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El personal de Chikito sirve el postre.
Lorca y Dalí se sientan a la mesa 94 años después

Lorca y Dalí se sientan a la mesa 94 años después

La recreación del menú que se pudo degustar el pasado lunes y el martes responde a la investigación con base en un facsímil de los platos disfrutados entonces por Lorca y Dalí

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Viernes, 10 de mayo 2019, 01:04

Dalí y Lorca compartieron mesa en el Mesón Durán, de Figueras (Gerona) en la primavera de 1925. El restaurante era un lugar de paso habitual para el polifacético artista catalán, un punto de encuentro en su localidad de origen. Invitado por su familia, Lorca disfrutó de su «primer viaje solo al otro extremo de España». Así lo relató Pablo Amate como preámbulo a la recreación del menú que los dos amigos degustaron 94 años atrás, todo un viaje gastronómico sin salir de otro de los lugares que mantienen una estrecha relación con la memoria lorquiana: el restaurante Chikito.

El establecimiento fundado por Luis Oruezábal crece en el antiguo café Alameda, escenario de la tertulia 'El Rinconcillo' que reunía a los grandes artistas e intelectos de la década de los 20 en Granada. Allí, Lorca tendrá siempre mesa 'reservada', gracias a su busto, que preside el salón de Chikito.

La recreación del menú que se pudo degustar el pasado lunes y el martes, explicó Amate, responde a la investigación con base en un facsímil de los platos disfrutados entonces por Lorca y Dalí: cocina sencilla, contundente, con la cuchara como protagonista.

Los dos amigos participaron en el banquete de aquella visita a Figueras con un caldo a la taza, se dejaron seducir por la suavidad del sabor del huevo a la crema, por una sopa de pescado y un plato que combinó ternera con boletus de la zona.

En el menú de Chikito captó la atención el postre 'de los músicos', una selección de frutos secos como los que tomaban aquellos que ambientaban las noches en el antiguo Alameda para 'aguantar el tirón'. El personal de Chikito los sirvió acompañados de un vino de garnacha roja de Figueras a porrón (hubo quien se atrevió), traído desde Gerona expresamente para la ocasión. El sabor, desde la raíz, con el que Lorca y Dalí regaron los últimos compases de aquel banquete.

El menú lorquiano

1) Caldo en taza.

2) Huevos a la crema.

3) Sopa de pescado de Port-Lligat.

4) Ternera con boletus.

5) Postre del músico.

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