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Cafetería de un tren de alta velocidad en la línea Madrid-Lleida. EFE

Cuando los directivos se llenan la boca a la hora de promocionar

Dimes y diretes de los sabores ·

Lo hacen en cualquier momento y medio. Incluso en los transportes públicos. Pero veo y padezco la baja calidad y variedad de vinos u otros productos andaluces en los medios de movilidad

PABLO AMATE

PREMIO NACIONAL DE GASTRONOMÍA A LA MEJOR LABOR PERIODÍSTICA

Viernes, 3 de mayo 2019, 23:25

Vayan unos ejemplos. No hay directivo de los miles que usan los AVE que viajan para Andalucía -algunos de ellos ejecutivos de bodegas y productos alimentarios andaluces- que no se haya preguntado por qué no hay un 'fino o manzanilla' cuando se viaja al Sur. O caña de lomo, jamón y embutidos de la tierra, parte de ese arco palatal casi infinito que representa nuestra despensa. Los vinos que ofrecen el AVE no solo son corrientes: es que no hay ni uno andaluz. Reitero. Si vas destino a Cataluña siempre hay un cava, aunque sea ramplón. Sé que todo es cuestión de precio, ofertas y quién tiene la concesión de cátering. Lo mismo sucede en las salas VIP, que cuestan un (hue...) dineral, a usted o a su empresa. Y los vinos son de tres euros la botella. Esto es así y damos una imagen a los extranjeros de indígenas, muy sórdida.

AVE sin rosado

Los vinos del tren AVE son para dejar de beber; eso sí, hasta bajarse del tren. Siempre con moderación y en la edad idónea. Son tan pedestres en calidad y sabor que una cerveza o hasta un refresco alivia. Eso, y la amabilidad que siempre tiene la tripulación que lleva la cafetería, lo hace todo pasable. Y, sin duda, cuando hace calor, apetece, por lo menos a mí e imagino que a otros tantos, un rosado fresquito. ¡Pues no tienen! Ni frío ni caliente. No 'gastan' ese tipo de vino. La verdad es que somos tan ramplones e indocumentados que nadie demanda este tipo de vino. Es el más difícil de elaborar de todos. Pues nada de nada: el tren lleno de turistas y la carta parece más la de una franquicia de comida rápida (será por estar en el AVE) que la de un lugar para conocer los sabores de España.

Blanca Paloma

Hacía mucho tiempo que, por eso de 'vivir en la carretera de los aires', no recalaba en la primigenia Blanca Paloma de la calle Alhamar. Su fundador trabajó muchos años en la rotativa de nuestro periódico IDEAL, al que siempre tuvo mucho cariño. Y ahora descubro que uno de sus hijos, que lo regenta, apuesta por la calidad y materia prima en el momento. Les cuento. Cuando se pide una ración de sus famosas berenjenas fritas, por ejemplo, las cortan al momento y se fríen en el instante. Así con todos los productos que hay en su carta. Y lo que me dejó asombrado ha sido el cambio tan notable que realizó en su comedor superior. Antes era escueto; hoy recrea un comedor granadino de los años 40. Pasen y vean...

¿Anchoas de Santoña?

Dicen, y según marca, que las mejores anchoas en aceite son las que elaboran alguna firmas de este pueblo cántabro. Yo he viajado personalmente para catar y aprender de las diferentes fábricas. Pero me llega la inquietante noticia de que algunas empresas nos engañan: las capturas de especímenes no son del mar Cantábrico. Las traen de camuflaje desde Marruecos. Y hay diferencias por el tipo de aguas donde se crían. La cosa es que ya no podemos fiarnos de nada. Sólo nos resta nuestro paladar, sentido común de que los duros 'no se venden a cuatro pesetas' y que lo bueno tiene apellido y precio coherente.

Cocineros con escudería

Ya les contaba que, como todo en la vida, cada uno tira para donde haya dinero. No les importa el qué dirán. Se parecen a algunos políticos. Saben que si aguantan el tipo, dan unas declaraciones que parcheen el cambio de chaqueta y 'un poco de dientes', en una semana o algo más dejaran de ser noticia. Y ellos con el bolsillo lleno. Me refiero a las muchas declaraciones de 'donde dije digo, digo Diego'. Pero no vale. Creíamos en su inteligencia. Y era solo márketing y verborrea. El BBVA patrocina desde hace años a los hermanos Roca, haciendo viajes impresionantes por el mundo divulgando nuestra cocina y la suya. Ángel León anuncia a una empresa de clínicas dentales; será porque lo de mascar es previo al disfrute. Y Dani García, que anunció a McDonalds y sus hamburguesas, ahora en televisión, como les conté, me dicen, fuentes auténticas e informadas, que hizo unas declaraciones a un periódico nacional de que el mejor aceite para freír era el de girasol. ¡Dani, por Dios, que tienes madre! Y encantadora...

El Café Gijón

Ya no es lo que fue. Así me lo contaba mi conocido encargado-metre. Se acabaron las tertulias de personajes inteligentes. Ya no hay tiempo para divagar, opinar y compartir. El silencio de una habitación, eso sí, con Internet, suplió hace muchos años las 'horas ganadas, que no perdidas', escuchando al compañero o al odiado colega. Hoy todo llega veloz a nuestros teléfonos portables. O 'telefonino', como lo llaman los italianos. Aquí no se opina si no hay un dinerito por medio. Eso ha creado una raza conocida en la jungla de la comunicación como tertulianos. Ahora en el Gijón se puede comer desde una paella, gazpacho, gambas, pimientos rellenos, callos, pescado frito... Y el pincho de Cela, Francisco Umbral, Buero Vallejo o el de Manuel Alexandre.

Catar productos

Me magnetiza ir a los mercados. Si bien en muchas ocasiones tengo duda de que con parecidos precios tengo que decidir cuál es el mejor. Yo tengo mi sistema, que me va muy bien. Si dos productos similares nos interesan y tienen precios parecidos compro uno de cada. Ya en casa los comparo a la vez y si puedo hago una 'cata a ciegas'. Eso es que una persona te sirve en dos copas o platos iguales una porción del producto, sin saber uno previamente quién es quién. Esto nos dará sorpresas, al probar algo de marca blanca que está más bueno que el que se conoce por su publicidad y por tanto más caro. Pruebe, es divertido; y a veces rentable.

No tirar comida

Marcas de restauración y Too Good To Go han firmado un acuerdo de colaboración cuyo objetivo es combatir el desperdicio alimentario y responder así a la sensibilización medioambiental y a la demanda social que exigen un mayor compromiso ciudadano. Too Good To Go es un movimiento que está luchando contra el desperdicio de alimentos en Europa. Esta iniciativa se materializa en una app móvil a través de la cual se facilita a los establecimientos como restaurantes, hoteles, supermercados, panaderías, entre otros, la posibilidad de vender su excedente diario de comida y que los usuarios puedan comprarla a precio reducido para que no sea desperdiciada.

La Cruz y alterne

Recuerdo cuando el rector magnífico Gallego Morell revivió la fiesta granadina de 'las cruces'. Fue un acierto, que años más tarde se desmadró, como pasa en tantas cosas en el mundo. Se quitaron barras abusivas y se evitaron excesos de todo tipo. Se ha vuelto ya, creo, a la normalidad. Pero no comprendo que se instalen cruces, con un costo alto, el viernes, y el sábado me dicen que hay que quitarlas. Pienso que, sin llegar a pospatios cordobeses, cuando cae en viernes, se podían dejar hasta el domingo mediodía. Un atractivo que puede ser afable y no desmadre. Bueno, ya saben: sean felices y además buenos. ¡Qué arte más grande!

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