Va por todas vosotras, por Natali Basto y Ana Andrade

Marcos llega a sacarme hasta los colores cuando dice que «en mi caso, he tenido la gran suerte que mi madre se quedó en casa para dirigir desde 'su reino' a toda su familia. Por cierto, mamá, buen trabajo. Y si por algo mi madre nos conquistó a todos y cada uno de los integrantes de mi familia fue por su buen hacer en la cocina. Siempre tenía algo preparado para sorprendernos. Y sí recuerdo algo en especial, tus maravillosas natillas. Ummmmmmm, gracias mamá».

Las natillas es uno de los mejores postres que recuerdo de la infancia de Marcos. Ese aroma a vainilla y canela que impregnaba toda la cocina cuando se hacían. Esa galleta María blandita que estaba impresionante. ¡Qué decir de este postre tradicional tan famoso en nuestro país!

Bueno, os dejo mi receta de las natillas que tanto le gustan a mi hijo Marcos, que dice que es el tesoro gastronómico más valioso de nuestra familia. Y me vuelvo a sonrojar cuando Marcos me vuelve a decir que «el verdadero tesoro es mi madre trabajadora, y todas las mujeres trabajadoras que hacen cada día que nuestro mundo sea un poco mejor. Gracias mamá».

-Medio litro de leche fresca

-125 gramos de azúcar y 3 yemas de huevo

-Medio palo de canela y media vaina de vainilla

-Ralladura de naranja y de limón

-4 galletas María y 15 gramos de maizena

Hervir la leche con la vainilla, canela, la ralladura de naranja y limón, cocer lentamente hasta que arranque a hervir. Mezclar en un bol el azúcar, las yemas y la maizena con un poco de leche fría de la medida total. Mezclar bien, colar la leche, y mezclar con las yemas, azúcar y maizena. Cocer lentamente y moviendo continuamente. Dejar cocer unos minutos y servir en unos cuencos. Añadir la galleta María y dejar enfriar. Reservar en frío. A la hora de servir, añadir canela molida.

Me llamo Natali, estudio y me queda este año para terminar y trabajar a jornada completa en el restaurante Arriaga. Tengo 22 años, 23 el próximo día 13. Llegué hace algo más de un año buscando un trabajo a media jornada, he estudiado Servicio y Sala y me gradué en la escuela de hostelería Hurtado de Mendoza. Ahora estoy a punto de terminar la carrera de Turismo. Como le pasa a la madre de Marcos, también me sonrojo cuando Álvaro habla de mí. Dice que «Natali es una curranta nata, por que no es ninguna 'nini' de 22 años, porque se quiere comer el mundo, porque es un claro ejemplo de que se puede estudiar y trabajar a la vez». Y añade que todavía estoy «en esa etapa de la vida en la que no para de buscar respuestas a toda esa cantidad de preguntas que su cerebro va creando y a las que aún no encuentra respuesta. Está evolucionando».

Y resulta que, además, soy vegana, así que no nos ha quedado más remedio que irnos al mundo vegetal, en este caso, a uno de mis platos favoritos, la lasaña. Si queréis saber algo más de mí os dejo mi Instagram: @natali_basto

-2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

-1 cebolla

-1 rama de apio

-1 zanahoria

-1/4 taza de vino tinto (65 g), opcional

-2 latas de tomate de lata de 400 g ó 14 oz cada una

-1 cucharada de orégano seco

-1/2 cucharadita de sal marina

-Pimienta negra molida al gusto

-400 gramos de lentejas cocinadas

-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

-1/2 taza de harina integral de trigo (60 g)

-2 y 3/4 tazas de cualquier tipo de leche vegetal sin endulzar (690 g)

-1 cucharadita de sal marina

-1/2 cucharadita de nuez moscada

-Pimienta negra molida al gusto

-200 g de queso vegano

Para preparar el ragú o boloñesa de lentejas calentamos primero el aceite en una sartén y cocinamos las verduras a fuego medio-alto hasta que se doren. Echamos el vino y cocinamos durante 1 ó 2 minutos a fuego fuerte o hasta que el alcohol se evapore. Añadimos el tomate, el orégano, la sal y la pimienta. Removemos y cocinamos a fuego medio-alto durante unos 5 ó 10 minutos. Incorporamos las lentejas y cocinamos durante otros cinco minutos más. Trituramos la salsa con ayuda de una batidora de mano. Si queréis podéis usar una batidora de vaso, pero tened cuidado de no batir demasiado. Reservamos.

Para la bechamel vegana calentamos el aceite en un cazo u olla. Echamos la harina y cocinamos a fuego medio-alto durante 1 ó 2 minutos para que se dore un poco. Removemos constantemente para que no se pegue. Echamos la leche poco a poco removiendo con ayuda de unas varillas. La leche puede estar fría, caliente o del tiempo. Cuando la salsa tenga la textura típica de una bechamel, añadimos el resto de ingredientes (sal, nuez moscada y pimienta). Reservamos.

Para montar la lasaña usaremos pasta precocida, así que seguid las instrucciones del paquete para saber qué tenéis que hacer con la pasta. Precalentamos el horno a la temperatura que nos indique el paquete de la pasta, en nuestro caso fueron 200ºC o 390ºF. En una bandeja para hornear colocamos una capa de bechamel abajo, luego cuatro placas de lasaña, una capa de ragú o boloñesa de lentejas, otra de bechamel y queso vegano al gusto y luego otras 4 placas de lasaña.

Después volveríamos a echar una capa de ragú, bechamel, queso vegano y de nuevo la pasta. Repetimos de nuevo este paso una vez más y por último colocamos ragú, bechamel y queso arriba del todo. Horneamos la lasaña 30 minutos a 200ºC. Para saber el tiempo y la temperatura, tenéis que seguir las instrucciones del paquete de las placas de lasaña. #ÑamÑam