Secciones
Servicios
Destacamos
Granada
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Viernes, 13 de septiembre 2024, 00:03
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Cuando nos planteamos dónde quedar, José María Pérez Zúñiga propuso diferentes sitios tradicionales de Granada, pero finalmente se decantó por el León, uno de los establecimientos de la Granada de toda la vida. Tras haber pasado varios años fuera, yendo y viniendo, por fin se ha establecido en Granada. En su novela más reciente, 'El viajero invisible', publicada por la editorial granadina Sonámbulos, marida dos géneros que me apasionan: el de viajes y el policíaco. Pero antes de hablar de todo ello, empezamos por una pregunta clásica.
–¿Por qué, elLeón?
–¡Por sus SanJacobos, que luego probaremos! (Risas). Es uno de los últimos establecimientos granadinos de verdad, con platos de los de toda la vida. CerraronCasa Salvador o el Torcuato... De hecho, aquí vine a despedirme de la Granada gastronómica cuando nos marchamos a Ecuador, con tanta pena como añoranza...
–¿Cuándo fue aquello?
–En el año 2013. Las cosas estaban muy complicadas y surgió una oportunidad muy interesante en el Ecuador de RafaelCorrea, que reclutó a varios profesores españoles para mejorar la calidad de la enseñanza del país. Me fui para dos años, pero con la idea de no volver.
–¿Y eso?
–Virginia, mi mujer; Jaime, mi hijo y yo nos fuimos decididos a hacer las Américas. Empezaríamos por Ecuador y luego iríamos a Colombia, Argentina, México, Puerto Rico y, finalmente,Estados Unidos. Estábamos firmemente dispuestos a seguir los pasos de Francisco Ayala. Fue un gran consuelo leer su biografía.
–¿Qué tal, en Ecuador?
–En aquel momento era un país muy seguro, excepto algunas ciudades. Después ha ido a peor. Para los viajeros es fascinante: en 300 kilómetros vas de la Amazonia al océano, pasando por los Andes. Es un compendio de toda Sudamérica. Y fue haciendo un viaje por carretera para ir a la Universidad de Riobamba que surgió la idea para 'El viajero invisible'.Era una carretera de montaña muy sinuosa con grandes precipicios a los lados y todo cubierto de niebla. Le iba hablando al conductor para que no se durmiera y todo fue bien, pero al poco tiempo, el Rector de la Universidad se mató allí en un accidente de tráfico. Me quedé muy impresionado.
–¿Cómo fue el proceso de escritura de la novela?
–La empecé allí y la terminé ya de vuelta en España. Es un compendio de toda mi experiencia ecuatoriana. Uno de los protagonistas es un taxista, suma de todos los que conocí.Uno de ellos se llamaba nada menos que George Washington. Sobre el otro protagonista no te cuento nada. Sólo te diré que la novela es un homenaje a 'El club de los suicidas' de Stevenson y que hay un guiño a cierta caja de ahorros... (Risas).
–¿Pudo ir a las Islas Galápagos?
–¡No! Lo que son las cosas. Para mi segundo curso allí iba a pasar allí cuatro meses, pero me llamaron de la Universidad de Granada y no pude decir que no. Para Jaime era mejor seguir estudiando enEspaña y nos volvimos.
–¿Valoración positiva de la experiencia?
–Sí. A los españoles nos quieren y nos aprecian mucho en Sudamérica. Te hacen sentir como en casa. Siempre encuentras algún caso de odio, pero en general hay un gran cariño por España y me entristece la deriva de algunos países sudamericanos. Visité Venezuela por trabajo y la sensación fue distinta. Se notaba desde el principio que aquello es una dictadura, con las universidades controladas, y me da pena que no se diga desde España, la doble mirada de algunos políticos.
–Ya en la UGR, pasó cinco años en Melilla...
–Es una ciudad fascinante, la segunda ciudad de España con más modernismo después de Barcelona. Sólo le falta que los melillenses se crean lo bonita que es, pero la situación política lo complica todo. Con Ceuta, son las grandes desconocidas de nuestro país y les falta el cariño de los políticos. Es la imagen de lo que será España en pocos años, nuestra futura realidad. La inmigración está muy mal explicada y mal entendida. España debería ser el vehículo amable de la inmigración para hacer políticas activas y aprovechar su potencialidad.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Gente que vuela con Shimabuku en Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.