pablo amate
Viernes, 10 de febrero 2023, 00:25
Me congratulo, desde mi ignorancia, por tantas y todas las elogias para Antonio Gallego Morell. Si bien, y sin aquiescencia alguna, narro y debo contar una de las facetas más apasionantes de este prohombre, que no han sido reseñadas y sí, por mí, vividas con ... él. Vino con su esposa, elegante y guapa, a nuestra convocatoria. Era la cata dirigida por los auténticos Sres. Domecq; Ignacio y Manuel, junto a la insigne investigadora gastronómica Lalo Groso Macpherson. Nobles y buenos amigos míos que tuvieron a bien desplazarse desde Jerez, dejando sus labores profesionales y familiares.
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Gallego Morell en la cofradía
La Cofradía Granadina de la Buena Mesa, que tuve la probidad de crear, organizar y presidir, gracias a la generosa anuencia de la Cofradía de la Buena Mesa de España, fundada por el Dr. Gregorio Marañón y el Conde de los Andes estaba presidida aquellos años por la Marquesa de Poza. El acto aconteció en Granada. Y siempre agradeceré que Don Antonio tuviese a bien acudir, como invitado, a la clase magistral impartida por los ilustrísimos reseñados.
Llámame Quiko...
Así me dijo. –Llámame Quiko. «No puedo, Don Antonio. No me sale». Y así le dije a Sr. Gallego Morell. Semanas después asistió a su primera cena como miembro de honor de la Cofradía Granadina de la Buena Mesa. Noches de tertulia y aprender de D. Antonio. Le debemos tantas cosas, tantos… La gastronomía granadina también. Don Antonio dio su prestigio al arte cibárico. Más, en nuestra ciudad y provincia, que siempre infravalora lo autóctono y envidia lo ajeno.
100 años, Don Antonio
En su nomológico homenaje olvidaron su faceta hedonista, en el buen sentido de la palabra. ¿Quién imaginaría que un 'Excmo. Señor' escribiese de guisos y sabores populares… Un personaje de la talla intelectual de Don Antonio dio sus bendiciones a la Academia Andaluza de Gastronomía (la auténtica y antigua). Con gran esfuerzo y gestión de Manolo Carrillo, que recuperó un antiguo molino en Dúrcal, como sede, restaurante y museo de la coquinaria granadina. En esa misma 'cuerda' no faltaron ilustres personajes: Luis Rojas Montes, notario. Ladrón de Guevara, escritor. Molinari (Gabriel) profesor universitario. Los dos propietarios de La Alacena de las Monjas. El catedrático y juez Ruiz Rico y un excelso listado de notables.
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Rectores y benefactores
Cierto es que a partir de la semilla de Don Antonio, la sensibilidad de los diversos rectores que ha tenido y tiene la Universidad de Granada, como la actual rectora Pilar Aranda, son leales a una disciplina que conforma y permitió al homo sapiens ser 'humano', como diría Tico Medina, miembro fundador de la Academia Óleo Gastronómica Internacional. Su ímprobo trabajo y defensa, junto a otros muchos y valiosos mujeres y hombres, queda reflejado en el cuaderno que ilustra este artículo.
Gracias, Don Antonio.
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