La asesora que persigue la excelencia en la gastronomía
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«Es un negocio difícil». Yolanda Robles trabaja en formación y asesoramiento gastronómicoALBERTO FLORES
Viernes, 29 de enero 2021, 01:29
Alcanzar el éxito en la vida nunca es fácil. Es una receta que requiere de muchos pequeños detalles, muchos de ellos que incluso escapan de nuestro control. Sin embargo, hay algunos ingredientes que resultan imprescindibles y que sí podemos controlar, como la especialización, el esfuerzo y la dedicación. Algo que resulta común si se busca la excelencia, independientemente de que hablemos de un genio o de una persona completamente normal. Porque no existe éxito sin trabajo.
Hacer comprender ese mensaje, el de la importancia de cultivarse como profesional a través de la formación y de ser capaz de detectar los errores propios para poder crecer, es la misión en el día a día de Yolanda Robles. Una granadina experta en formación y asesoramiento gastronómico que pasa la mayor parte de sus horas pensando en la situación de la hostelería y en lo que necesita cada negocio para ser rentable. «Los restaurantes son las empresas más complicadas que existen», asegura Yolanda, que recuerda todos los detalles que se deben tener en cuenta para tener todo bajo control. El producto, el personal, controlar las compras… Aspectos vitales para ajustar la oferta gastronómica a las posibilidades reales de cada restaurante y que en muchas ocasiones no son lo suficientemente valorados y estudiados.
Yolanda cuenta con una gran trayectoria ligada a la gastronomía. La cocina es su pasión y eso le empujó hacia un camino que le ha llevado por prácticamente todos los rincones de España para descubrir cientos de restaurantes, almazaras, queserías y bodegas. Todo con el objetivo de conseguir una formación constante que le hiciera comprender cada uno de los aspectos de la hostelería. Desde la importancia del producto y el trabajo en cocina hasta la labor de sala, sin olvidar la gestión de los restaurantes o el papel del vino, un producto del que se declara una auténtica enamorada. De hecho, es una de las pocas sumilleres con titulación WSET, una de las más valoradas y reputadas a nivel internacional. «El papel del sumiller en un restaurante es muy importante porque es el nexo entre la cocina y la sala, el encargado de armonizar la experiencia y hacerla única», comenta la asesora gastronómica, que asegura que «nunca se ha hecho un vino tan bueno como el de ahora».
La importancia de la formación en la restauración es mayúscula para ella. «Hay que buscar la especialización, aprender a manejar las herramientas de las que dispones para sacar el máximo partido a las inversiones», señala Yolanda, que ofrece como clave para encontrar la rentabilidad buscar la excelencia «dentro de las posibilidades de cada uno». «También se puede ofrecer una buena experiencia con un vino de tres euros, no solo con los más caros. Lo importante es dar un gran servicio que deje un buen recuerdo a los comensales», asegura. Y para lograrlo, en muchas ocasiones es tan sencillo como apostar por la pasión, la formación y «no complicarse tanto la vida». «Si haces la mejor tortilla de patatas del mundo no necesitas hacer cocina de vanguardia», pone como ejemplo la formadora gastronómica, que también ofrece como clave conocer cómo dirigirse a su cliente medio: «Muchas veces se gastan barbaridades en decoración y mobiliario sin tener claro cómo atraer a la gente al restaurante».
Como experta en asesoramiento y en detectar en qué pueden mejorar los negocios hosteleros, Yolanda también centra su mirada en la provincia de Granada, la única andaluza sin restaurantes con estrella Michelin. Sin embargo, esto es algo que no le preocupa en exceso ya que considera que las estrellas son «prescriptores de destino» y que Granada «ya es un gran destino» gracias a su belleza histórica y monumental. «Es cierto que aquí no siempre nos hemos preocupado por la restauración y nuestros productos. Somos nosotros los primeros que no valoramos lo que tenemos», analiza. Como ejemplo de esa falta de amor propio, Yolanda señala que la provincia está «atomizada» y que las instituciones van «cada una por su sitio». Para ella Granada no necesita una estrella, aunque se le ocurren «dos o tres sitios» que podrían merecerla «porque se han formado» y «ofrecen calidad». «Lo que realmente necesitamos es una restauración comprometida con el cliente», ofrece como conclusión, además de añadir que «la tapa no es el cáncer de Granada», sino que se trata de un producto que tratado correctamente podría ser el «más exportable» de la gastronomía local.
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Ivia Ugalde, Josemi Benítez e Isabel Toledo
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