Asprodibe consolida su primacía e imparable crecimiento

Con la vista puesta ya en el 2024, todos los esfuerzos de esta empresa ubicada en Valderrubio se centran en su expansión en las provincias de Andalucía Occidental, Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia y su consolidación en Andalucía Oriental, siguiendo el Plan de Crecimiento de la compañía, que arrancó en 2020 y cuyos puntos fuertes son igualmente la proximidad a sus socios, una red de ventas más amplia y el desarrollo de nuevos productos y servicios.

Ejemplo de todo el potencial e importancia de esta cooperativa, de la que forman parte más de 170 socios y asociados pertenecientes a las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha y Murcia y las provincias de Ceuta y Melilla, son las 2.000 referencias de todo tipo de productos de primeras marcas, especialmente en la categoría de bebidas. A ello hay que añadir ese plus de calidad que representa para sus clientes disponer de forma exclusiva de 200 marcas propias en las categorías de licores, vinos, agua, conservas, lácteos, especias, limpieza, etc..

De esta forma, los socios que integran Asprodibe y los clientes para los que trabajan pueden beneficiarse de una oferta integral de suministro para sus negocios, tanto en las capitales de provincia como en las zonas más rurales. Con ello se favorece el mayor desarrollo de cada una de las empresas y la máxima competitividad en el ámbito geográfico donde actúan. Esta oferta integral está basada en la rentabilidad, la competitividad, la confianza y el cooperativismo, además de en una amplia gama de servicios.

Vuelta a la normalidad

Tras la recuperación de la ansiada normalidad en 2022, una vez superados los difíciles años de la pandemia, Asprodibe ha conseguido los mejores datos de su historia con un crecimiento del volumen de negocio de un 30% gracias a una decidida apuesta por la inversión, la generación de empleo, la profesionalización de la empresa, la incorporación de socios y su compromiso en materia comercial. No obstante, estos dos últimos años no han estado exentos de problemas, debido a la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania, la crisis de suministros y la energética.

En esa tendencia al alza y en el mayor esplendor de esta cooperativa ha jugado también un papel decisivo Maria Aguilera Jiménez, directora general de Asprodibe desde hace tres años. Reinventarse como empresa tras el coronavirus y poder salir adelante en el contexto de un sector tan damnificado por la pandemia, como ha sido el de la hostelería, hizo imprescindible una capacidad de mando altamente cualificada como la suya. Sus grandes conocimientos en el sector, gracias a su experiencia previa en el sector durante 16 años, unido a la adopción de una serie de medidas provisionales en aquel momento (en forma de restricciones, congelaciones salariales y disminución al mínimo de gastos) resultaron cruciales en la reconducción de esta empresa en plena pandemia.

Proyectos ambiciosos

Mantener la competitividad en el mercado actual y la línea ascendente que Asprodibe ha trazado en estos dos últimos años requiere de proyectos ambiciosos, dado el carácter cambiante del mercado de la hostelería y las necesidades generadas por la sostenibilidad medioambiental, los nuevos hábitos de consumo y la digitalización.

Por todo ello, el plan estratégico que encara ya esta cooperativa granadina pivota sobre cuatro grandes ejes fundamentales: crecimiento, expansión, profesionalización y digitalización para potenciar el crecimiento, desarrollo y competitividad de todos sus socios.

Para María Aguilera Jiménez uno de los grandes retos que se deben acometer en la provincia granadina es el de la infraestructura y las comunicaciones, no sólo para potenciar y sacar un mayor rendimiento al sector de la hostelería y del turismo sino también para generar nuevas empresas y negocios. Para ello es imprescindible el apoyo de las instituciones, junto al que también necesitan, a nivel empresarial, las pyme -como Asprodibe- y las micropymes, integradas por todos los socios que integran la cooperativa. En este sector tan tradicional los empresarios deben encarar costes elevados debido a la inversión, digitalización y profesionalización, además de las derivadas por las exigencias, desde el punto de vista medioambiental, para poder acatar la normativa en materia de sostenibilidad. Es por ello, por lo que se hace necesaria la ayuda de las instituciones para acometer estos retos que supondrán el futuro de su empresa.