Del Barrio Gótico al Raval
Destinos con sabor ·
Barcelona fue muy 'europea'. Los primeros extranjeros que recalaron en su costa, la llamaron Brava. Y así quedo por marketing. Dalí aportó su difusión internacionalSecciones
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Destinos con sabor ·
Barcelona fue muy 'europea'. Los primeros extranjeros que recalaron en su costa, la llamaron Brava. Y así quedo por marketing. Dalí aportó su difusión internacionalpablo amate
Viernes, 29 de enero 2021
Añoro la cocina de Barna. La disfruté sin ser charnego ni emigrante. Solo al tener amigos catalanes allí, conocí la palmaria.
Barcelona fue muy 'europea'. ... Los primeros extranjeros que recalaron en su costa, la llamaron Brava. Y así quedo por marketing. Dalí aportó su difusión internacional. Y la verídica cocina de pescadores, con especies que los señoritos rechazan: espardeñas, que puso de moda Fernando Adriá, erizos de mar, Olla de pescado marinera, el rom y la lluerna, etc. La puso de moda un charnego: Fernando Adriá. El que me enseñó el interior catalán, su lujo de embutidos, conservas de hortalizas, boleteiros de Berga.
Los calçóts son un tipo de cebolletas asadas a la brasa, servidas sobre teja árabe con salsa romescu y mucho cava. De vuelta a BCN, cenábamos en Llagostera en una 'fonde de sisiso'. La 'cuinera' abría las diferentes cacerolas con sus guisos: Tripes; sang i fetge (callos, sangre e hígado), bacalao a la llauna, riñones salteados, fricando, lengua y seso, raya en salsa o hígado con romescu . No faltaban las 'galtes de porc'. Plato que años después se popularizó como carrilleras de ibérico.
Mi sede era el Hotel Colón. Tras 'almorzá' iba en exploración. Placetas, callejones, rincones y calles sin salida. El condumio y ambiente en Senyor Parellada, 150 años de historia, era parada casi fija. En origen fue casa de viajeros que también vendía pasajes hacia América: arroz negre, suquet de pescados, alcachofas con piñones, canelones, herencia italiana, verduritas rebozadas, cap i pota, rape con muselina, etc. La estrechas y oscuras callejuelas, estaban plagadas de 'casas de comidas–menú fijo'. Hasta llegar a oler el mar. Entre el estático Cristóbal Colón, frente a Correos. Y a la izquierda el Passadis del Pep: chipirones, bombas, cacerola, tortilla Trempera, chipirones con garbanzos. Allí, el famoseo local se dejaba convidar. Es muy caro, pero de calidad.
Una explosión de color y aromas recibe. Busco hueco en C´Pinotxo. Solo caben 10 y en barra. Láminas de alcachofas fritas, chipirones con judías, croquetas, garbanzos salteados con morcilla de Burgos, pescado fresco. Todo con cava. Otra anécdota. En un Madrid Fusión, El Bulli apareció con este plato. Me dio la risa floja. Hacía 37 años que un catalán de siempre me llevó a una exigua taberna. Recibía una fuente aceitosa de raspas fritas. Solo volví a probarlas en Palma de Mallorca. Las vendía como novedad.
Tomados un par de combinados en Boadas. Iba con Manolo Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza y en una ocasión Terence Moix, el divino. Yo callado y procurando no estorbar. Aprender lo que pudiese para amortizar los sablazos, a escote, del icónico local. Enclavado en un callejón abyecto: Carrer de Copons, de singular carta y ambiente. Ya saben, cuídense.
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