Bebidas artesanales 'made in' Granada

La pandemia ha obligado a meter el freno en la actividad de diversos productores de bebidas artesanales en la provincia de Granada. Algunos resisten y otros, contra viento y marea, empiezan a consolidar su proyecto en los últimos meses. Es el caso Raúl de Frutos y Fernando Martín, dos ingenieros industriales que se conocieron en la carrera en Madrid, que viajaron a Estados Unidos con una beca bajo el brazo y que se quedaron allí trabajando durante un lustro. Cuando decidieron volver, lo hicieron con un tesoro en el petate: la 'kombucha'. Montaron su centro de operaciones en Atarfe. Una semana antes de la primera venta se decretó el estado de alarma, en marzo de 2020. Bien, pues esta primavera ya han llegado a producir casi 20.000 botellas al mes.

¿El secreto? Fernando (granadino) y Raúl (gaditano), ambos recién entrados en la treintena, detectaron que la 'kombucha', muy popular en otros países, tenía un mercado por cubrir en España. Su marca, Víver Kombucha, es pionera en Granada. «En nuestro último año en Estados Unidos descubrimos la 'kombucha', que se estaba poniendo de moda allí. A los dos nos gusta mucho el deporte y la vida saludable. Echábamos en falta una alternativa entre semana, cuando no apetece beber alcohol pero tampoco un refresco azucarado. Nos encantó el sabor y el concepto de elaboración con ingredientes naturales que mejoran la flora intestinal y que te hacen sentir bien», explica Raúl.

Así que investigaron. Visitaron a productores en distintas ciudades de Estados Unidos. Practicaron en casa. Y establecieron la fábrica en Granada con los ahorros de su aventura americana. ¿Por qué aquí? «Porque los dos somos andaluces. Fernando es de aquí y a mí me encanta Granada. La 'kombucha' lléva té y hay mucha cultura del té en esta ciudad. Además, el agua es de mucha calidad, así que Granada era el sitio perfecto para empezar el proyecto», responde Raúl de Frutos. Y no les va mal: están ampliando la fábrica porque el espacio se les queda pequeño. Incluso ven potencial para internacionalizar el producto.

Por el momento, la 'kombucha' granadina se vende en unos mil establecimientos de toda España, también en Canarias y Baleares. «La verdad es que estamos creciendo un montón pese a todas las dificultades por la pandemia», admite Raúl. Crecen y crecen, pero subrayan que la autenticidad del producto es esencial, «lo llevamos por bandera». «Usamos ingredientes ecológicos y nos surtimos de proveedores locales. Tenemos la suerte de estar en Granada, estupenda que para conseguir frutas y cualquier ingrediente», aclaran.

La 'kombucha' es una bebida refrescante, con finas burbujas, baja en azúcar «y con un sabor riquísimo». Se obtiene a partir de la fermentación del té y es rica en probióticos beneficiosos para el organismo. Ellos hablan de un cambio de chip: «En vez de crear un refresco hecho cuatro polvos en un momento con azúcar o edulcorante que se vende a gran escala, se trata de volver a algo que aporta un valor nutricional y que aparta sabor de unos alimentos ecológicos y reales».

Víver Kombucha no son los únicos que han apostado por alumbrar su bebida artesanal en Granada pese a las complicaciones derivadas del covid. También arrancó a principios de 2020 la andadura de la cerveza Doña, por entonces a la venta tan solo en el veterano restaurante Doña Juana de Huétor Vega. Hoy se distribuye en tiendas y restaurantes de casi toda la provincia. Eso sí, quien acude al establecimiento y pide la Doña de barril, la prueba con un maridaje especial de paté de pollo al estilo Doña Juana.

El responsable de la cerveza artesanal Doña es Vlady García, que en el pasado producía con otros socios la Puchero Cervega. Este producto, más refinado y logrado, es una cerveza tipo 'Amber pale ale', con un sabor suave, fresco y equilibrado con tres tipos de maltas de cebada y tres lúpulos diferentes añadidos. «En restaurante Doña Juana siempre hemos apostado por las cervezas artesanas de Granada y hemos intentado que el cliente aprecie el verdadero matiz y cuidado que merece el consumo de este tipo de cervezas no industriales», apunta Vlady.

En Granada siempre han abundado las cervezas artesanales, aunque muchas se hayan quedado en el camino en los últimos tiempos. En este sentido, Manuel Ocaña no es solo un superviviente, sino una cátedra en la materia. Lo sabe todo sobre la elaboración de este producto en esta parte de Andalucía. Hace seis años que puso en marcha la cerveza Portolobo en el corazón de la sierra de Huétor Santillán, a la falda del parque natural. Ahora prepara el salto a una fábrica más grande, con manantial propio y el objetivo de poder realizar visitas guiadas.

Ocaña, que se lió la manta a la cabeza para sentirse realizado con su trabajo, lleva a gala no haber variado una receta de la Portolobo en más de un lustro. «Es cien por cien artesanal, con productos naturales y recetas de productos principalmente de aquí, de la zona», señala. Entre las Portolobo, la de grado 3 es, dice, «la cerveza más picante del sur de Europa». «Tras más de media década, esta cerveza está cada vez más consolidada», celebra.