Cabello de ángel, la calabaza más dulce
Su color amarillo translúcido con ribetes dorados y su textura son sinónimos de placer sin límites para las personas más golosas
Viernes, 17 de octubre 2025, 07:40
Llega el otoño y con él las famosas calabazas que protagonizan Halloween. Los días son más cortos y, para animarse, ponerle un poco de dulce a la vida no está de más.
Publicidad
El cabello de ángel, ese relleno de tantas tortas tradicionales, postres, cocas y dulces varios, sean conventuales o no, se elabora con la pulpa de una modalidad de calabaza, la cidra, no por casualidad conocida como calabaza confitera por su pulpa particularmente fibrosa.
Aquí podríamos hacernos trampas al solitario y hablar de las propiedades de dicha fruta –que no verdura– pero es difícil pensar que a nadie se le vaya a ocurrir justificar tomarse unos Jesuitas con la excusa de los antioxidantes y los beneficios para vista, corazón o el sistema inmune.
Los auténticos beneficios de los dulces con cabello, lo que realmente le aportan más al ánimo y al espíritu que al cuerpo, es gusto y un placer ¿culpable? para las personas más dulceras. Su composición, mitad pulpa de calabaza, mitad azúcar concentrado, no deja lugar a las dudas. Ese almíbar tan bueno tiene sus inevitables efectos secundarios, en los que no vamos a abundar para no fastidiar esta fiesta dulcera. Hay maestros pasteleros que le añaden a la mezcla un chorrito de limón o su ralladura, incluso una piel entera, y su toque de canela en rama para aromatizar.
El resultado tiene la apariencia de hilos de color blanco, casi translúcidos, con una tonalidad levemente dorada. De ahí su divino nombre que sirve, también, para sentirnos menos pecadores incluso si abusamos. Aunque a otra gente, eso de comerse un manojo de pelos… ¡Para gustos, colores!
Accede a todos los contenidos el primer mes por 0,99 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión