«En el campo no se deben dejar ni las cáscaras»

–¿Cómo valora iniciativas como las de esta asociación?

–Cualquier iniciativa que surja en el territorio y que dé a conocer y ponga el valor el patrimonio tanto natural como cultural del espacio es bienvenida.

–¿Qué senderos recomienda, además del de las trincheras?

–Hay muchos recorridos. Actualmente ofertamos 11 senderos señalizados y estamos acondicionando algunos más. Los municipios del Parque Natural también ofertan varios senderos dentro del Parque Natural. Un itinerario muy interesante es el de las trincheras de la Guerra Civil, que forman parte de nuestro patrimonio histórico cultural, y que al estar ubicadas en lugares estratégicos, son como 'balcones naturales' que nos permiten disfrutar del entorno desde una ubicación privilegiada. No obstante, hay muchos más senderos para todas las edades y forma física, incluyendo algunos adaptados que nos acercan a elementos singulares y destacables del espacio, como la Acequia del Fardes, el Cerro del Púlpito, la Fuente de la Teja o la Cueva del Agua.

–¿Hay zonas de acampada?

–Sí, la zona de acampada controlada Florencia, que por cierto, ha sido renovada recientemente. Se solicita a la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Granada, y en verano se cede al Instituto Andaluz de la Juventud para campamentos, habitualmente de grupos scouts.

–¿Es respetuosa la gente con el entorno?

–Sí, en general sí, cada vez somos más respetuosos con el medio natural. Estamos más concienciados. Nosotros, desde el Parque, apostamos por la educación ambiental y la divulgación de los valores de nuestro entorno natural, porque cuando se conoce, se protege y se cuida.

–¿Se pueden dejar las cáscaras?

–No se puede dejar nada, aunque existe la creencia de que no pasa nada porque se descomponen, en realidad las cáscaras de fruta tardan más de 6 meses en degradarse. Nuestras visitas a cualquier espacio natural protegido deben ser lo más inocuas posibles y eso también incluye nuestros desperdicios de cualquier índole.

–¿Cómo es la relación entre patrimonio natural y el histórico?

–Es fundamental. Este parque natural, que se creó en 1989, tiene como objetivo proteger no únicamente los valores naturales y ambientales, que son muy importantes, sino también el patrimonio histórico y cultural del mismo. El paisaje del Parque Natural, aunque no lo parezca, es fruto también de la acción humana, es un paisaje 'antropizado'. Nuestro parque está salpicado de testimonios de la actividad humana en el pasado, desde restos prehistóricos, como el BIC del Abrigo de las Higuerillas, hasta antiguos cortijos y casas forestales, fuentes, abrevaderos, caleras y antiguos viveros forestales… De ahí que haya colaboración estrecha con los municipios del entorno.

–¿Hay aprovechamiento de los recursos naturales?

–El ganadero, cinegético y forestal. También recolección de setas, aunque este último no tiene aprovechamiento comercial. Por cuanto a la gastronomía, los pueblos del entorno ofrecen aceites de Alfacar, Cogollos y Diezma; embutidos y jamones de Beas y Diezma, quesos y cervezas de Huétor Santillán, pan de Alfacar y Víznar, vinos; entre otros muchos productos. ¡Y bares y restaurantes maravillosos para degustarlos! Además, tenemos dos empresas con la marca 'Parque Natural de Andalucía' de actividades en la naturaleza y turismo activo, y varias más que están en trámite de conseguirla, siendo éste un distintivo de calidad de los productos que y servicios que existen en los espacios protegidos. Invitamos a quienes no nos conozcan a que nos visiten. Tenemos muchas actividades en el Centro de Visitantes Puerto Lobo, a través de su plan de dinamización.