Carlos III de Inglaterra, ungido con aceite de oliva

Aceite del Monte de los Olivos

La tradición británica exige que ese aceite de oliva deba ser de los olivos que hay en Jerusalén. De las veces que he estado en Israel, casi todas hemos subido al Monte de los Olivos, donde se divisa todo Jerusalén. Y he visto y tocado esos olivos, replantados en el trascurso de los siglos. Este aceite se produce en poca cantidad. De hecho, en el transcurso de los siglos, han tenido que replantarse olivos nuevos. Dato constatado al haber sido jurado representando a España en la cata concurso internacional que se celebra en Israel. Más de setenta años que no se realizaba este acto ancestral.

Academia oléico internacional

El nombre exacto es Academia Óleo Gastronómica Internacional. Y no solo estudia, potencia y divulga por el mundo, la agricultura, variedades, elaboración, manipulación, embotellado y consumo del AOVE. También dispone de un departamento de Investigación e Historia. Que ratifica este acto litúrgico en toda la religión cristiana.

Un menú real

El primer plato elegido del banquete Real fue una quiche, plato francés originario de la región Lorena, con base de hojaldre, espinacas, habas y estragón fresco. Siguió una berenjena aderezada con yogur y chutney con cebollas fritas. Costillar de cordero asado con adobo de estilo asiático del chef chino-estadounidense Ken Hom. Y el cocinero Adam Handing fue el repostero del banquete, con un postre de Trifle de fresa y jengibre. El cocinero de la realeza Mark Flanagan es el encargado, como de costumbre, de hacer el plato junto a sus ayudantes, que también realizarán otras exquisiteces como berenjenas especiadas o tacos de gamba con salsa de piña.

Gran Bretaña, aceite y vino

No es país de uso y disfrute de aceite de oliva, en ninguna calidad. Es producto muy exótico que en contados hogares de origen español consumen, a veces. Y de vino, salvo el invento de Canterbury, solo beben importados. En la boda, imagino que serían franceses y Jerez-Sherry generoso. Cuídense.