«El Centro Lorca tiene potencial para atraer turismo»

–¿Quién le descubrió la poesía de Lorca?

–La seño Gabi. Fue a los 11 años, en la escuela, en mi ciudad natal, Ushuaia. Sentí una fascinación inmediata. Por fortuna, estamos en contacto y nos seguimos en Instagram.

–¿Cuántos años lleva en España?

–Siete. Me vine a los 23 para estudiar un Master en Filosofía Contemporánea en la UGR y, por supuesto, para conocer en primera persona los lugares lorquianos. Aquí me pillaron la pandemia y la crisis argentina...

–¿Cómo acabó llegando al mundo del turismo?

–Fue gracias a mi casera. Hablando con ella de todo lo que he estudiado y me apasiona, el arte, la literatura, la historia... me comentó que la de guía turística podría ser una profesión muy satisfactoria. Y como hablo inglés e italiano, me matriculé en la Escuela. Acabo de terminar y el colofón ha sido ese proyecto, 'Desgranando a Lorca', coordinado por la profesora Beatriz Pérez y del que te habló en vuestra entrevista en este mismo bar. Vincula lo gastronómico con lo turístico y tuve el privilegio de interpretar dos papeles, el de Lola Membrives y el del propio Federico. Fue un auténtico regalo de Bea, poder reivindicar la importancia del teatro para sacar a los pueblos de la ignorancia y defender un teatro social, un arte social en general. Fue algo que, en aquel momento, molestó mucho a los conservadores.

–¿Está turísticamente bien aprovechada la figura de Lorca en Granada?

–El Centro Lorca tiene todo el potencial para atraer turismo, pero creo que aún no lo está haciendo. La Huerta de San Vicente, sin embargo, sí. Me parece mal que no haya una señalética en Granada para conocer los lugares lorquianos en la capital, por los que pasó el poeta y en los que se inspiró para su obra. Es un nicho económico que se está perdiendo, al margen de faltar a la memoria del escritor que siempre se reivindicó como granadino y tanto ha hecho por darle renombre internacional a la ciudad.Donde sí están haciendo muchas cosas y muy bien es en los pueblos lorquianos de la vega, con visitas, conciertos, presentaciones literarias y otros actos culturales.

–¿Qué otros lugares de Granada considera con potencial?

–Estoy trabajando en una visita al Realejo como barrio emblemático para hablar de las familias nobles, artistas e intelectuales que allí tuvieron casas nobles y palacios y cambiaron el destino de Granada. Un tipo de turismo respetuoso y que consuma en el propio barrio, pero hay que mejorar la infraestructura, muy abandonada, desactualizada y vandalizada. Es importante diversificar la oferta. La zona de Guadix, Huéscar y el Geoparque, con ciencia y arqueología, ofrecen un turismo sostenible, como la experiencia de volar en globo. Hay que ir más allá de Alhambra, Albaicín y Sacromonte. Y profundizar en la obra de Lorca para sacarlo de los discursos más convencionales, estudiando su correspondencia y sus conferencias para conocer mejor su personalidad.

–¿Y gastronómicamente?

–El turismo gastronómico que veo es el de las tapas, ningún otro más sofisticado. La dieta mediterránea y productos como los alpujarreños también tienen mucho potencial. Como la zambra, que no se conoce lo suficiente.

–¿Dónde hay buena cocina argentina en Granada?

–En Atahualpa, en la plaza del Campillo, que tienen carne argentina 100%. Y les recomiendo un vino de Mendoza, la Mascota, elegido el mejor del mundo en 2018 y con un precio excelente.