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José Piqueras explica en el Café-Bar Valencia la importancia de los bares en sus novelas. Ariel C. Rojas
«La cerveza fría puede ser altamente inspiradora»
Una Alhambra con | José Piqueras, escritor

«La cerveza fría puede ser altamente inspiradora»

José Piqueras vive en Adra, pero trabaja en Granada varios días a la semana. Pasa las vacaciones en La Alpujarra y le salen muy bien los platos de cuchara

Jesús Lens

Granada

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Jueves, 8 de agosto 2024, 23:08

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Quedamos en el Café-Bar Valencia a eso de las cuatro, cuando José sale del trabajo. Arde elZaidín con una ola de viento sahariano y la cerveza con una rosquilla de jamón de Juviles nos sabe a gloria, a pesar de la hora tan extemporánea. José Piqueras ha publicado la trepidante 'Bajo la cascada gris' hace un par de meses y su lectura es muy recomendable para estas semanas de sol, playa o montaña.

–En sus novelas más recientes, Granada es escenario principal. ¿Qué le aporta, más allá de ser 'un marco incomparable'?

–Granada es una ciudad con un tamaño relativamente asequible y nuestro protagonista, que reside en un pequeño ático ubicado en la céntrica plaza de Los Lobos, puede moverse a pie por bastantes zonas de la capital. Es una ciudad que escogí porque, además de haber vivido aquí y conocerla bien –algo fundamental a la hora de narrar–, creo que tiene muchísimo potencial y se ha utilizado muy poco en novela policíaca o de género negro. Pero es que lo que le aporta, además de sus calles, su gente y sus maravillosos rincones, es precisamente eso: se trata de un marco incomparable con Sierra Nevada de fondo y ese frescor que la montaña transmite a la ciudad desde primera hora.

–¿Por qué zonas de la provincia ha llevado a sus personajes?

–Tenemos bastantes escenas en poblaciones cercanas como Monachil, Peligros o la algo más alejada Güéjar Sierra. Otra de las cosas buenas de Granada es que además tienes tanto la playa como la montaña muy cerca, lo que facilita mucho el cambio de localizaciones de un instante para otro.

–¿Le concede importancia a bares, pubs, etc. en sus novelas?

–Sí, en 'Bajo la cascada gris' tenemos algunos bares con nombre real y otros ficticios, pero inspirados también en localizaciones reales. Quizá los que más aparecen sean el pub Ámsterdam, en Pedro Antonio de Alarcón, y luego un bar castizo de los de toda la vida, de esos que aún apuntan las comandas con tiza sobre la barra y que he situado muy cerca de la comisaría; El Piedra. Éste es ficticio, eso sí. Ambos, junto con algunos otros que aparecen más de pasada, son escenarios importantes a lo largo de la trama.

–La novela negra mediterránea, desde Manuel Vázquez Montalbán, se caracteriza por el buen comer y el buen beber. ¿Le interesa esa parte?

–Sí, aunque más en la vida real que en la ficción (Risas). En 'Bajo la cascada gris' aparecen algunas escenas así, pero lo cierto es que la trama es tan rápida, que se concentra todo en apenas un puñado de días, que esta parte queda en un segundo plano al estar el equipo de investigación al completo inmerso en una verdadera carrera a contrarreloj.

–¿Es muy de bares, sea para escribir o para inspirarse?

–De escribir allí in situ no. Me encanta salir a tapear y también, algo que me parece que se está perdiendo un poco –al menos en mi entorno–, de irse a una cafetería de tertulia y cuando te vienes a dar cuenta se te ha ido la tarde. La nueva vida y las prisas con las que solemos ir a todo –me incluyo el primero–, nos están impidiendo muchas veces pararnos a tomarse un café tranquilamente con las personas que apreciamos y disfrutar de una buena conversación. Eso sí, la cerveza fría puede ser altamente inspiradora y alguna que otra idea ha surgido en un bar con una de por medio.

–¿Sus sitios de Granada?

–Trabajo en el Zaidín, así que ahora visito especialmente esa zona. Suelo ir bastante a menudo al Bar El Alpujarreño y a la Taberna Ríos. He ido bastantes veces al Restaurante Tinta fina de la calle Ángel Ganivet. Luego, por supuesto, siempre puede uno ir cualquier carmen granadino con esas bonitas vistas a la Alhambra…

–¿Y de Almería?

–De Adra, te recomiendo, si es para comer a mediodía, El Refugio. Tienen unos menús muy buenos de comida casera. Y para tapear, la Taberna La Granja y el Bar Emilio. Ambos son de 10. Si lo que quieres es comer de raciones, pues El Restaurante Garum, y si lo tuyo es especialmente el pescado, el Restaurante Los Finos o el Bar Coines no te van a defraudar en absoluto. A Almería suelo ir menos, pero el último sitio en el que estuve, La Consentida, me pareció genial.

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