pablo amate
Viernes, 9 de septiembre 2022, 00:23
En España y en Granada, evidente, hay muchos locales de hostelería, que al no estar en ciertos ámbitos y contubernios provincianos, no reciben premios, aplausos, ... dádivas, subvenciones rápidas del gobierno, y muchas faranduleo más. En cambio en los barrios donde este tipo de local, son respetados y disfrutan la calidad de sus platos, raciones y tapas. Dado que la gran mayoría de sus propuestas culinarias, son tan colindantes, como las que hacen en sus casas, los parroquianos. Siendo jueces de total conocimiento a lo que comen.
Publicidad
Chencho, nombre mítico de José Isbert: El abuelo que perdía y gritaba el nombre de su nieto, en la película de culto: «La Gran Familia».Si pasa apresurado o motorizado por la avenida de Barcelona, 14, camino del Zaidin, puede pasar desapercibido. Pero si camina, asunto que recomiendo. no hace falta ir corriendo. Ya saben el dicho popular: «correr es de cobardes». Se descubre en la acera de la derecha una tranquila y acogedora terraza exterior de paso peatonal. Cómoda, segura y tranquila. Carolina, toda amabilidad profesional y rápida atención, no para un momento. Siempre con una sonrisa natural en sus labios. Y el «jefe de máquinas», el cocinero Pablo, marido de Carolina de los Alminares. No hace falta Mónaco.
Parte de mi vida la paso en el extranjero. Motivos profesionales. Los cinco continentes. Difundiendo nuestra Andalucía y también el resto de comunidades que integran el Reino de España- Miren su DNI o Carnet de Conducir; así lo pone. Y hay distritos que no frecuento al carecer de motivos para visitarlos. Por eso me perdí lugares como Bar Chencho. Me atrapó sus variedad de cervezas. Y me dislocó la calidad cibarica de sus tapas. A elegir por el cliente, e incluida e el precio, señor Alcalde. Y no se quejan. Al contrario. Llevan más de 40 años y le salen las cuentas. Por favor que alguien se lo diga a Paco Cuenca, político, pero buena persona.
Siempre me he cachondeado; como leen, los se autotitulan: cocina de vanguardia, de autor, alta cocina, cocina fusión, y una larga lista de patochadas. Solo existe una cocina: la buena y apetitosa. Pablo guisa: brochetas de gambas, o gambas cocidas. Mejillones, salmorejo, chorizo al infierno, anchoas y paté. El gran lujo, sus frituras: boquerones, bacalaillas, buñuelos de bacalao. Dejo para su regodeo hedonista que pidan a Carolina, que su marido le haga su tapa, «el gratinado de manitas de cerdo». Colosal. Hay que probarlo. ¡Ah, y como siempre, yo pago lo que pido...! Cuindensé.
Accede a todos los contenidos el primer mes por 0,99 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.