Borrar
Arianne Galindo, ganadora del evento, con el plato que presentó en la semifinal, Niño yaki de chirimoya, tartar de carabinero y helado de coco y chirimoya. Javier Martín
La chirimoya granadina sigue inspirando ideas en las cocinas costeras

La chirimoya granadina sigue inspirando ideas en las cocinas costeras

En la segunda edición del concurso culinario convocado por la DOP de este fruto tropical, dos mujeres se hicieron con los primeros puestos en los apartados profesional y amateur. Entre los nueve participantes han aportado nuevas propuestas al recetario de este peculiar producto

Sergio Sebastiani

Viernes, 29 de noviembre 2024, 00:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

A simple vista algunos productos pueden dar la impresión de no dar mucho juego a nivel culinario, y más si hablamos de una fruta. Y más aún si es una fruta subtropical. Pero por segundo año consecutivo unos cocineros han demostrado lo contrario, al elaborar recetas tan sabrosas como creativas con chirimoya de la Costa Tropical.

A iniciativa de la Denominación de Origen de este producto ya emblemático del litoral granadino, un concurso culinario que lo tiene como ingrediente obligatorio ha vuelto a propiciar más de una docena de creaciones que llaman la atención de cualquier comensal, y que a la vez demuestran el nivel de los chefs locales, amén de otros de fuera que se han sumado al reto. Y no solo cocineros profesionales, sino también amateurs, pues la participación de estos últimos ha sido la novedad del II Concurso de Recetas de Chirimoya Fino de Jete, la variedad más extendida en los litorales de Granada y Málaga, única zona productora de Europa de este tropical.

De la primera edición del año pasado habían surgido ya una docena de recetas –que se recogieron en un recetario–, capaces de sorprender a los paladares más avezados, situación que se ha repetido en esta segunda que, con una participación algo inferior, ha tenido un especial protagonismo femenino. La sexitana Arianne Galindo fue la ganadora en el apartado profesional, mientras que en el de aficionados lo fue la jeteña Leopoldina Albertuz.

Kinder Sorpresa, el postre ganador de la final del II Concurso de Recetas de Chirimoya Fino de Jete. J. Martín

Ambas participaron con sendos platos en la semifinal del evento, que tuvo lugar en Almuñécar, y que contó con otros siete concursantes. Los finalistas, aunque tenían la posibilidad de presentar la misma receta con variantes en la instancia decisiva, optaron por plantear propuestas diferentes. En el caso de Galindo, que es cocinera en el restaurante sexitano Firmvm, elaboró en primera instancia un Niño yaki de chirimoya, tartar de carabinero y helado de coco y chirimoya. Según ella misma explica, «es como una masa de buñuelo, con miel, y con sal en lugar de azúcar, relleno con crema de chirimoya». Se trata de un entrante o aperitivo, con una combinación de helados que bien puede valer a modo de sorbete, ya que también lleva lima.

Arianne ya había participado en la primera edición del concurso, aunque representando a otro restaurante, y esta vez lo hizo por Firmvm, animada por su jefe de cocina, Sergio González, quien también intervino en el evento, ocupando el segundo puesto en la categoría profesional. «Él me ha ayudado durante el concurso y hemos estado compartiendo ideas», asegura.

Para la final –celebrada en Jete el pasado 16 de noviembre– Galindo se decidió por un postre que llamó Kinder Sorpresa, y que simulaba un huevo con cobertura de chocolate blanco y manteca de cacao relleno de crema de chirimoya, la misma del plato anterior. Lo más innovador se vio en el acompañamiento de bizcocho de morcilla roto por debajo del huevo, con helado de leche fresca de almendra con peta zetas. Según explica la chef, «el chocolate blanco con la chirimoya conjugan muy bien, da un sabor buenísimo, porque ambos son muy dulces, pero la chirimoya lo es todavía más».

Leopoldina Albertuz, ganadora en la categoría amateur. Ideal

La inclusión de la morcilla fue con una receta tradicional de bizcocho a la que le añadió este producto sin tripa y desmenuzado, y luego horneado a 180 grados durante 30 minutos. Arianne subraya que «a la morcilla le pega el dulce, es un sabor diferente, algo que no te esperas. Así que me arriesgué, porque o gustaba mucho, o no gustaba. Tanto en la semifinal como en la final he jugado al dulce-salado».

Para esta joven sexitana de solo 25 años, «la chirimoya no es solo una fruta para después de comer, también se pueden hacer platos elaborados dentro de un menú». Y hablando de menú, espera que para el próximo cambio de carta en el Firmvm se incluya alguno de sus platos premiados. El galardón supone para ella un gran espaldarazo en su carrera como chef, que inició a los 16 años estudiando un Grado Medio en la escuela de hostelería Hurtado de Mendoza y uno Superior en La Inmaculada, ambos en Granada. Unos estudios que combinó con distintos trabajos, por ejemplo en El Claustro de la capital.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La chirimoya granadina sigue inspirando ideas en las cocinas costeras