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Chupar hasta las cabezas
Destinos con sabor

Chupar hasta las cabezas

PABLO AMATE

Viernes, 7 de octubre 2022, 00:49

Muchos de ustedes recordaran el terrible sabor, si se chupaban las cabezas de ciertos mariscos. Langostinos, cigalas, carabineros, quisquillas, gambas, etc. Todos esos ricos bichos «con bigotes». El amargo y peligroso sabor , que es nefasto a nuestro organismo, se debía al ácido Borico. Un producto químico que se espolvoreaba sin control sanitario en algunas lonjas marineras, sobre el marisco para que aguantara más tiempo sin pudrirse.. Tal como leen.

Los polvos que nos echaban

Traslado como Wikipedia define a a estos polvillos que hemos chupado, al menos en alguna ocasión.: « El ácido bórico o ácido trioxobórico (III) es un compuesto químico, ligeramente ácido. Es usado como antiséptico, insecticida, retardante de la llama y precursor de otros compuestos químicos. Es usado también como agente tampón para regulación del pH.» sobre el marisco» (sic)

La gamba de plata

Ya no recuerdo si era plata u oro. La cuestión que a ese bar situado junto a la Iglesia de la iglesia de los Hospitalicos en la calle Elvira. Era la «marisquería de los pobres». Unas pequeña conchas con 3 gambas, de un poco mayor tamaño que la arrocera. Escualidadas, descongeladas y a veces ya resecas. En esa barra se chupaba hasta los bigotes. Supieran o tuviesen los polvos del ácido Bórico. Menos mal, que después de tantas intoxicaciones de personas que chupaban esas gambitas, de ignota procedencia; se prohibió el Bórico. Hubo secuelas por la ingesta de ese marisco contaminado.

Volver al chupeteo

La cuestión es que aquel sabor quedó grabado a fuego en nuestras meninges. Y a pesar de estar fuera del circuito de conservación, aún quedan y observo que siguen siendo miles las personas que no chupan las cabezas de gambas y parientes. Por motivos particulares hace poco viajé, comí y dormí en mi gustosa Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Como la reunión era postinera y entendida en esto gozos marineros, allí todos chupamos las cabezas de esos auténticos langostinos sanluqueños. Nuestro anfitrión cuando se «explaya» hay gloria bendita. Yo aporto el champagne francés para el aperitivo. Después, la mejor manzanilla en rama. ¡Mira que la manzanilla esta divina con los langostinos!. Quedan en boca, excelsos. Inevitable fue que surgiera los grandes nubarrones económicos, y que quede solo en eso, pienso que todos volveremos a chupar las cabezas de cualquier marisco. Por cierto, compré de un horno verdadero «torta de la Virgen». Era autentica, no descongelada.

Abrir cara al cliente

Se nota la falta de personal que le guste trabajar; y la hostelería. Las cifras de paro en España son altas, pero no hay ganas de currar. Traen las bebidas ya abiertas: cevezas, vinos y licores servidos de antemano , etc, etc. Sin duda es más cómodo...Cuídense.

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