Al principio duda, pero de inmediato se hace la luz: «El Potemkin». Allí me cité con José Abad, al que se le acumulan lanzamientos literarios. A su extraordinaria novela negra 'Salamandra' se suma su libro de cine dedicado a George Lucas y una nueva traducción de 'El corsario negro', de Emilio Salgari. La primera pregunta viene servida en bandeja de plata, pues.
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–¿Por qué, el Potemkin?
–Estuve estudiando inglés en el Centro de Lenguas Modernas y cuando nos quedábamos de cervecillas, era aquí. Me apetecía rememorar aquellos días. Además de que me gusta el sushi, la especialidad de la casa.
–Potemkin es un nombre muy cinematográfico...
–¡Sí! Y la acción de la mítica película comienza porque a los marineros les dan un rancho en mal estado, con gusanos, mientras que los oficiales comen buenas viandas. ¡Qué importante, la comida!
–Acaba de publicar un libro dedicado a George Lucas. ¿Qué nos cuenta de la cantina de Mos Eisley de la saga galáctica?
–Es como un saloon del Oeste. Lucas es un maestro metiendo en la coctelera diferentes tipos de historias y escenarios de mil procedencias distintas, de la saga artúrica, a Flash Gordon o El Señor de los Anillos. 'La Guerra de las Galaxias' ya es posmoderna a finales de los 70, cuando aún no se hablaba de la posmodernidad.
–Lo que hemos aprendido con el cine...
–Los cannoli, por ejemplo. Es un postre siciliano exquisito del que oí hablar por primera vez en la tercera parte de 'El padrino', cuando se utiliza como arma para cometer un crimen. Una de las primeras cosas que hice cuando fui a Sicilia fue comerme uno y fue lo mejorcito del mundo.
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–¿La clave de ese postre?
–La crema de queso ricotta, que también es la base de mi postre favorito, el iris. Tiene forma circular y es una auténtica bomba.
–¿Cómo fue su paso por Sicilia?
–Fui para una beca de investigación de nueve meses y me quedé cinco años. Allí conocí a Bárbara, mi mujer. Nos casamos y tuvimos a nuestro primer hijo. Y allí conocí una comida incomparable e insuperable.
–Pero usted ya había estado antes en Italia...
–Sí. Disfruté de una beca en Siena en 1995 y descubrí y me enamoré de la auténtica pizza, que en Granada era algo exótico y allí cotidiano. Es cierto que en Italia todos los días se come pasta, pero hay una gran variedad y la masa es muy diferente en cada una.No es para nada monocorde. Es una cocina muy variada.
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–Hablar de 'cocina italiana', por tanto, es reduccionista...
–Absolutamente. Hay una gran diferencia entre la cocina del norte y la del sur, aunque la base sea la pasta. Ocurre como con la cocina española. En Italia, la del sur supera con creces a la del norte.
–¿Hablamos de la mafia, protagonista su novela 'Salamandra'?
–La mafia existe. No se puede, ni se debe negar. El silencio que la rodeaba ha sido siempre una de sus fortalezas. Condiciona la realidad, pero no se percibe a nivel de calle. Yo nunca he visto un tiroteo, por ejemplo. Que los comercios paguen el 'pizzo' (una especie de 'mordida' a cambio de 'protección'), sí era habitual.
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–¿Nombra en sus novelas bares y restaurantes concretos?
–No. Mi personaje, Raven, que nació en un relato de verano de IDEAL, ya ha protagonizado dos novelas. La primera, 'Nunca apuestes con el diablo', transcurría en Granada durante la burbuja inmobiliaria, y no quería que ningún establecimiento quedara relacionado con la mafia. Me inspiro en los que conozco y frecuento, pero les cambio el nombre.
–¿La mafia se sienta a la mesa?
–En Italia, no. Allí está muy perseguida. En otros países, puede.
–¿Más detalles de la cocina siciliana?
–El pescado es exquisito y las pescaderías se dan a conocer con grandes cabezas de pez espada en la puerta. También es habitual la carne de caballo.
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–¿La probó?
–Rotundamente no. Como amante del western, me niego a comer caballo. (Risas).
–¿Y los vinos y la Toscana?
–Después de Sicilia, es la región más hermosa de Italia. Su Chianti es maravilloso, pero el Marsala siciliano no se queda atrás.
Un ingrediente La pasta
Un sitio para celebrar Cualquiera es bueno
Una tapa para abrir boca Tortilla de patatas
Una cocina internacional La italiana, por la pizza
Dulce favorito Iris, de origen siciliano
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