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Rocío Valdivia y Belén Laguna, jefas de cocina de La Chulapa y Taberna Hita. Ariel C. Rojas
Las cocineras granadinas que arrasan con tradición y vanguardia

Las cocineras granadinas que arrasan con tradición y vanguardia

Aunque hay mayoría de chefs hombres, en La Zubia dos de los establecimientos gastronómicos más destacados cuentan con mujeres al frente de los fogones

Alberto Flores

Granada

Viernes, 7 de marzo 2025, 00:53

Tradicionalmente la cocina de la casa siempre solía depender de las mujeres, que eran las que se encargaban de cocinar a diario. Lo más probable, de hecho, es que si recordamos las recetas de nuestra infancia vengan a nuestra mente multitud de platos de las abuelas y muy pocos, o ninguno, de los abuelos. Sin embargo, si hablamos de restaurantes sucedía justo lo contrario: la mayoría de las cocinas de los grandes restaurantes tenían durante las últimas décadas a hombres al frente.

Pero esto es una tendencia que desde hace ya algunos años está cambiando. Aunque todavía hoy la mayoría de estrellas Michelin son hombres, gracias a chefs como Elena Azark, Fina Puigdevall, Susi Díaz o Camila Ferraro, entre muchas otras, la situación es bastante diferente y cada vez hay más mujeres al mando de las cocinas de establecimientos gastronómicos. Y esto es algo que también sucede en Granada, donde cada vez son más las cocineras que deleitan a los granadinos con sus elaboraciones.

Sin ir más lejos, en La Zubia, uno de los municipios del área metropolitana de Granada con más bares y restaurantes, dos de los negocios de hostelería más exitosos tienen a mujeres como jefas de cocina: Taberna Hita, con Belén Laguna, y La Chulapa, con Rocío Valdivia. Dos cocineras que a base de esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo han conseguido hacerse hueco como unas de las figuras más destacadas de la provincia.

«Yo era peluquera y nunca se me había pasado por la mente ser cocinera. Empecé a trabajar de camarera en un restaurante los fines de semana y a partir de ahí todo cambió», cuenta a IDEAL Belén. Su marido puso en marcha la Taberna Hita y le pidió a ella que fuera la cocinera. «Tenía miedo y no terminaba de atreverme, pero al final me decidí». A marchas forzadas empezó a formarse por su cuenta leyendo libros de cocina, apoyándose en su suegro, que había tenido una taberna en Granada capital y practicando mucho. «En casa me ayudaban mucho y mis amigos Víctor Freixo y José Montoya, que son chefs, me resolvían las dudas que iba teniendo».

De este modo dar el salto y convertirse en cocinera profesional le resultó «bastante fácil». «La cocina me gustaba mucho de antes, así que con los conocimientos que ya tenía y toda la ayuda que recibí no me costó mucho trabajo», explica. Y aunque inicialmente su profesión, para la que se había formado, era la de peluquera, desde hace años ya se considera cocinera con todas las letras. «Durante un tiempo no lo admitía pero ahora tengo claro que es lo que soy. Disfruto en la cocina, es lo que me gusta y apasiona».

Sobre si es una profesión difícil, la cocinera reconoce que sí que lo es, «y más cuando quieres ser madre». Horarios duros, muchos días de trabajo, tensión en los servicios… Y por ello, considera que es «imprescindible» que sea algo que te apasione. «Si no amas esto acabas abandonándolo». Aunque algunos pudieran pensar que trabajar en un pueblo de Granada en vez de en la capital limita sus posibilidades, Belén piensa que no es así: «No es como estar en el centro pero La Zubia está muy cerca y viene muchísima gente tanto de Granada como de los pueblos cercanos. Nosotros estamos muy contentos».

En cuanto al hecho de que haya más cocineros que cocineras, asegura que es algo a lo que no da mucha importancia y añade que en su empresa «hay más mujeres que hombres». «Me encanta el camino que he elegido y ya no me imagino fuera de una cocina, pienso en cocinar las 24 horas del día y no paro de pensar en qué voy a hacer y cómo lo voy a hacer», explica.

Los torreznos son una de las especialidades de La Chulapa. Ideal

De tatuar a los fogones

Otro establecimiento que cuenta con una mujer al frente de su cocina en La Zubia es La Chulapa, un restaurante que desde hace algunos años ofrece un trocito de Madrid en la provincia de Granada. Su chef es Rocío Valdivia, una joven de 27 años que tiene en común con Belén, la jefa de cocina de Taberna Hita, el hecho de que también llegó a los fogones sin planearlo. «A mi la cocina me ha gustado desde siempre pero la verdad es que nunca había pensado dedicarme a ello», comenta a IDEAL Rocío. Su profesión es la de tatuadora, así que no podía imaginarse que acabaría siendo la cocinera de uno de los establecimientos más concurridos del municipio.

«Llegué a La Chulapa como fregantín. Echaba una mano con las tapas y hacía algunas cosas más pero mi función era la de fregar platos», explica. No dejaba de observar como trabajaban en cocina y poco a poco fue aprendiendo a preparar cada uno de los platos que se ofrecen en el restaurante. Entonces se marchó la cocinera y Ángel, propietario del establecimiento, le preguntó si se atrevía a entrar en la cocina. «Yo no perdía nada así que me atreví a echarle una mano y la verdad es que no me ha podido ir mejor. Todavía tengo que ir a más pero me va bien».

«Muchos de nuestros platos son de cocina tradicional madrileña, como los torreznos, los callos, la oreja o el cocido. Y la verdad es que al principio no son fáciles de hacer», reconoce. Pero, aunque le costó «un poco» al final ha acabado dominando cada una de las elaboraciones que ofrecen. «Desde el principio Ángel me enseñó todo lo relativo a la cocina madrileña y he aprendido un montón de cosas. Gracias a él he descubierto algo que me encanta, una profesión muy bonita con la que hacer que la gente disfrute y se sienta bien». Y cocina madrileña a parte, ahora ya cuenta con la libertad de hacer sus propias creaciones como las gyozas de carrillera, un plato nuevo de La Chulapa que es creación suya. «Al ser tatuadora he trabajado mucho en arte y he hecho muchos diseños. Me gusta mezclarlo con la cocina y llevar esa creatividad a los platos», explica.

En cuanto a si la hostelería es un mundo de hombres, asegura que ya no es así: «Hay muchas mujeres que han empezado como yo y ahora están triunfando. Al final es cuestión de ponerse porque si el hombre puede nosotras también». Tiene claro que «la vida da muchas vueltas», pero ya no se imagina fuera de la cocina. «Estoy muy contenta y no cambiaría esto por nada», finaliza.

Plato de udon con verduras y ternera Pajuna de Taberna Hita. Ideal

Tradición y vanguardia con multitud de sabores

Si hay algo que tienen en común La Chulapa y Taberna Hita, más allá de estar en La Zubia y contar con mujeres al frente de sus cocinas, es que ofrecen una mezcla perfecta entre tradición y vanguardia. «Tenemos recetas tradicionales como las albóndigas y las manitas de cerdo pero también platos diferentes como ceviches y tartares, que son una de nuestras especialidades», explica Belén Laguna sobre la carta de Taberna Hita. Algo similar a lo que ocurre en La Chulapa, donde es posible disfrutar de torreznos, callos y oreja, pero también de nuevas creaciones como las gyozas de carrillera. Platos cargados de sabor y carácter.

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