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Juanjo Guarnido recuerda en María de la O algunos de los platos más exóticos que ha probado. ramón l. pérez
«Durante el confinamiento cociné más que dibujé»
Una Alhambra con | Juanjo Guarnido, dibujante

«Durante el confinamiento cociné más que dibujé»

Es uno de los mejores dibujantes del mundo y aprovecha el vuelo Granada-París para volver a su tierra siempre que puede. Alaba las frituras de pescado y las tapas

Jesús Lens

Granada

Jueves, 23 de diciembre 2021, 15:59

Quedamos en el Gastrobar de María de la O, local moderno y de ambiente chic, muy europeo, situado en un palacete de la Carretera de la Sierra. El dibujante granadino Juanjo Guarnido pasa unos días en casa para disfrutar de la Navidad en familia antes de volver a París, donde reside desde hace años, en el felizmente recuperado avión que conecta ambas ciudades. Por ahí arrancamos esta charla.

–¿Contento con la recuperación de este vuelo?

–¡Cruzo los dedos para que dure! (Risas). Granada tiene un problemón con las conexiones y, aunque los horarios del Granada–París son malos, espero que aguante. Siempre que vengo aprovecho para llevarme buenos embutidos de Contreras Selectos, la tienda gourmet del Paseo del Salón.

–¿Qué tal es la vida gastronómica en París?

–¡Espectacular! Yo soy muy comilón. Me gusta comer mucho y variado y las posibilidades que ofrece París son increíbles, por la calidad y la variedad. Ojo, que también hay mucho malo, como en todos sitios, pero la cantidad de comunidades extranjeras asentadas allí enriquece mucho el panorama. La fusión de las cocinas vietnamita y thai hace furor ahora.

–¿Le gusta la comida asiática?

–¡Me pirra desde siempre! Ya de críos nos encantaba ir a los primeros restaurantes chinos que abrían en Granada. ¡Qué recuerdos del pollo con almendras! De todas mis experiencias culinarias por el mundo, la más memorable es la china, tanto por la Street Food, que me encanta probar cosas nuevas, como por los restaurantes. Recuerdo unos dumplings del barrio musulmán de Xi'an con caldo por dentro que eran un espectáculo. O unas cabezas de pescado hervidas.

–Es usted valiente, pues...

–Sí, pero hay otras cosas que no me gustan. La casquería, por ejemplo. Me gusta la salsa, eso sí.

–¿Y la comida francesa como tal?

–Excelente, claro. Su recetario tradicional es extraordinario y me encantan sus carnes y el steak tartar.

–¿Y la nouvelle cuisine?

–De vez en cuando, está muy bien. Es una cocina para disfrutar.

–¿A dónde llevaría a un turista granadino de paso por París?

–Hay grandes clásicos con su halo literario, como La Closerie des Lilas, pero optaría por Le Assiette, en el Distrito 14 y su cazulet, una especie de fabada con carne de pato riquísima. ¡Además ponen tapa... de lacón! (Risas).

–¿Es usted pro o anti tapas?

–¿Cómo se puede ser anti tapas en Granada? Es como ser 'anti cebolla' en la tortilla de patatas. (Risas). No hay nada más granadino que salir de tapas. Que ya sabemos que no son gratis, que se cobran con el precio de la bebida, pero tienes la sensación de que son una cortesía del hostelero. En la tierra de la malafollá, es algo muy bonito.

–¿Qué tal sus recuerdos gastronómicos de Salobreña?

–¡Nos pasamos veranos enteros comiendo en el Chambao de Teresa sus pucheros y migas! Se come de maravilla. Tienes que tener mala suerte para comer mal. Últimamente me he quedado turulato con los churros del mercado. Son los mejores de la provincia. Y en verano, los espetos delBahía.

–¿Ve cambios en la gastronomía granadina?

–Veo una evolución con toques de nouvelle cuisine. Y los sabores de siempre con presentaciones diferentes y originales. Pero cuando vengo a Granada me gusta ir a los sitios tradicionales de siempre, que jamás querría ver desaparecer. Me encantan las buenas frituras, por ejemplo, que en Francia siempre salen grasientas. El arte andaluz y la maestría a la hora de freír, se notan.

–¿Qué le gusta comer a Blacksad?

–Le encantan las tortillas de patatas y los embutidos del Little Spain de Nueva York. (Risas). HudsonYards, por ejemplo, en la zona recuperada de The Hell's Kitchen. O la cocina cubana del Guantanamera, con su ambiente musical. Y por supuesto, la comida de Nueva Orleans, que vale por sí sola un viaje. Ahora ha descubierto la cocina filipina y le encanta.

–¿Es usted cocinitas?

–Mucho. Y cada vez más. Durante el confinamiento pasé más tiempo cocinando que dibujando. Uso el wok para las verduras y me salen bien los guisos, cocidos y fabadas con buenos ingredientes y cocinados despacio, a su amor. De hecho, mi próximo desafío son las fabes con almejas.

MENÚ DEGUSTACIÓN

  • Un ingrediente El bacalao

  • Un sitio para celebrar Las Titas, por tradición

  • Una tapa para abrir boca 'Chispazo' de lomo y jamón

  • Una cocina internacional La thai

  • Dulce favorito El chocolate

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