Ernesto y Rubén, dos auténticos maestros de los Fogones Granadinos

Los dos concursantes que han llegado hasta la última prueba del concurso lograron en el casting una plaza en el equipo de Rafael Arroyo, jefe de cocina de El Claustro. Desde entonces, se han dejado la piel (alguno literalmente) en cada prueba y han ido mejorando en sus técnicas y emplatados. Hoy, se han enfrentado cara a cara en la prueba definitiva: 45 minutos para elaborar un primer plato y un segundo. Eso sí, esta vez, la receta ha sido de carácter libre.

Durante tres cuartos de horas, los nervios han estado a flor de piel. Ernesto ha preparado una quisquilla de Motril con gazpacho y su propia versión del remojón granadino, mientras que Rubén ha optado por espárragos de Huétor y sardina ahumada, además de elaborar un sándwich de carrillera con salsa de yema de huevo lacada en soja. Ninguno de los dos ha parado quieto ni un segundo. El tiempo apremiaba, tanto, que cuando se ha terminado la prueba no se lo podían creer.

Había llegado la hora de la verdad. El jurado, formado por Paco Aguilar, Yolanda Muñoz y Rafael Arroyo, se ha reunido durante unos minutos para deliberar ante la expectante mirada de los finalistas, familiares, amigos, ex concursantes y público en general. Aunque no ha sido tarea sencilla, los tres miembros del jurado han estado completamente de acuerdo en la decisión. Y la verdad es que... ¡Empate técnico!

«No ha habido un ganador porque ha habido dos. ¡Dos ganadores!», ha anunciado Rafa. Los jueces no han logrado decantarse por uno de los dos, por lo que Rubén y Ernesto tendrán que compartir los 2.000 euros del premio y, además, cada uno podrá disfrutar de un viaje para dos personas de la mano de Granada Online. ¿Para qué un ganador cuando se puede celebrar que hay dos auténticos maestros de la cocina? ¡Que vivan los Fogones Granadinos!