«La escena musical granadina es interesantísima»

–¿Por qué, el Potemkin?

–Me encanta por su ambiente y porque cuidan mucho las tapas y los platos para personas vegetarianas como yo. Hoy día en un gran número de bares encuentras opciones muy buenas. Es cierto que creo que debería estar mucho más normalizado y con variedad en algunos sitios, pero por lo general no tengo problema en encontrar buenos sitios en los que tomar algo.

–¿Cómo esá Venecia?

–Bien, me gusta volver a caminar por las calles de Venecia y visitar mis rincones favoritos. La ciudad sigue como siempre aunque quizá con más volumen de gente del que recordaba. Debe ser por el mes de septiembre, que aún tiene turismo elevado.

–¿Cómo es vivir allí?

–Una experiencia muy interesante y bonita. Es una ciudad en la que convive un pasado cargado de historia y un presente amenazado por el turismo masivo. En cambio, el ambiente cultural y universitario es muy rico, hay un gran volumen de estudiantado y profesorado internacional así como de iniciativas artísticas que hacen que el día a día en la ciudad sea distinto al de cualquier otro lugar.

–¿Cómo es la convivencia con el turismo de masas?

–Te acabas acostumbrado. Hay horarios de llegada y salida de turistas en los que prefieres evitar ciertas calles y zonas. En mi caso, me muevo entre donde vivo y la Universidad por lo que no suele ser problemático. Sé que los habitantes de la ciudad 'de siempre' lo tienen mucho más complicado, los comercios locales desaparecen o encarecen, al igual que la vivienda o las escuelas y otros servicios. Cada vez hay menos residentes censados en la ciudad y la mayoría de pisos son apartamentos turísticos. Es una pena.

–¿Por qué hay tanta tradición de música coral en Granada?

–Granada tuvo un movimiento intelectual y cultural muy fuerte en el siglo XIX y XX. Siempre se ha destacado trayectoria de músicos fundamentales como Manuel de Falla, Ángel Barrios o Andrés Segovia, pero ello no era suficiente para el gran cultivo de la música que hubo. Fueron fundamentales asociaciones y sociedades como el Liceo, el Centro Artístico o la Real Sociedad Económica de Amigos del País a la hora de formar músicos, organizar conciertos y crear un público especializado.

–En su tesis doctoral estudia precisamente todo eso...

–Me centro en la Escuela de Música para Señoritas que fundó en 1891 la Sociedad Económica y formó a más de tres mil alumnas en sus cincuenta años de funcionamiento. Sin duda, destacaría la labor fundamental de profesores y profesoras de música como Emilio Moreno, Pilar Iglesias, Celestino Vila, Carmen Santaolalla, Mercedes Agudo, Ramón Noguera, las hermanas Bertuchi… De hecho, muchas de sus alumnas formaron parte de coros dirigidos por profesoras como Pilar Lustau. Más adelante continuarían en el Conservatorio de Granada.

–¿Sigue la escena musical granadina?

–Sí, creo que hay un movimiento interesantísimo y me gusta asistir a conciertos y concursos de bandas. Tengo compañeras de musicología analizando y ayudando a la difusión de la escena. Recomiendo el podcast de Sara Armada para estar al día: Ruidosa Granada.

–¿Qué tal fue el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco de este año?

–Estamos muy contentas, notamos cómo crece cada año. El nivel de los grupos es excelente y el alumnado repite año tras año. Es un gran esfuerzo pero merece la pena, en poco nos toca preparar la veinticinco edición y es muy emocionante.