Esencias nazaríes en el aula

La escuela de Hostelería Hurtado de Mendoza ejerció el pasado miércoles como escenario del estreno de un menú fruto de la colaboración entre el centro y la Alhambra. La iniciativa forma parte del proyecto 'La Alhambra que se fue', enmarcado dentro del programa 'Vivir y sentir el patrimonio' de la Junta de Andalucía. El objetivo del mismo es la promoción de las labores de investigación entre el alumnado de hostelería y turismo.

El menú nazarí cocinado en las instalaciones de la escuela Hurtado de Mendoza esta compuesto por brewats de pollo; alboronía con ralladura de nuez; ensalada de hinojo, zumo de granada gelificada y queso fresco de cabra. Por otro lado, una sopa de almendras con aromas de cilantro y azafrán; tajine de merluza; escabeche de trufa y sorbete de granada. La amplia degustación siguió con una 'bola de gallina' y pistacho sobre mosaico de baba ganoush; tafaya blanca con celosía de remolacha, una interpretación del té moruno; ternera y ciruelas pasas sobre batbût M'kahamer con harina de membrillo y cuscús dulce. Como postre, arnadí con caqui en texturas. Para acompañar al té, los alumnos diseñaron tres dulces: ghribas de nueces, minicazuelas mohínas y limosneras de avellanas y orejones.

Para la elaboración del menú, la Alhambra aportó las materias primas, que luego transformaron en deliciosas recetas los alumnos de la escuela a modo de broche final a la labor de investigación de profesores y estudiantes. Ellos han podido conocer las huertas, el proceso de recolección del azafrán o la identificación de las plantas a través de visitas didácticas. En el menú, hasta la vajilla está pensada: ha sido creada para el evento y se utilizará en futuras colaboraciones con el Patronato de la Alhambra y el Generalife. Con esta práctica, los alumnos de Dirección de Cocina y Servicios pusieron el punto y final a dos años de estudio en el centro.