Pablo Amate
Viernes, 3 de enero 2025, 07:20
El ser humano, desde su inicio como tal en el planeta Tierra, se ha hecho siempre sus tres preguntas: ¿de dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Y a qué hora se come aquí?
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Estamos en una nueva etapa de la Natividad en España. Un dato señala ... que el 80% de los españolitos se va de restaurantes al menos una o dos veces en estas fechas. El gasto en diversión y ocio ha subido, así como la deuda bancaria, como aquel maléfico 2008, año de la primera crisis económica española. Pero no quiero aguar estas fechas tan hedonistas, caiga quien caiga. Gaste con sentido común, que ya sabe que es el menos común de los sentidos.
Cigalitas de Motril
Recuerdo a un camarero venido a más que las ofrecía en el restaurante, siempre mirando a las señoras o a los más jacarandosos de los comensales y señalando con sus manos el simbólico tamaño terciado de los especímenes de 'Nephrops norvegicus', un crustáceo decápodo de la familia de los nefrópidos, similar al bogavante. Una especie comestible apreciada por su sabor. Para mí son incómodas de comer, por su morfología y, al final, poca chicha.
Percebes, los más feos
¿Quiénes serían los primeros en comer este 'bicho' tan difícil de capturar por el riesgo de la vida de los percebeiros? A la hora de tomarlos se descubre rápidamente quién no los ha comido en su vida. El percebe (Pollicipes pollicipes) es un crustáceo que crece sobre rocas batidas por el oleaje. Hace tiempo me contaron que en algunas partes de Europa, como Francia, no gustaban y se los echaban a los cerdos. Y no señalo a nadie.
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Quisquillas de Motril
Cuando estudié viticultura en Montpellier, y ya ha llovido, un anciano bodeguero francés me dijo mientras tomábamos una botella de Mas d'Agamas Carignan Bleu –no se me olvida– que «una denominación de origen hace buenos a los vinos malos» al poner a bien todos los bodegueros acogidos a la D.O. Ya escribí de la imposibilidad técnico–jurídica de acoger en el marco a las quisquillas de Motril capturadas en Mar de Alborán, pues habría mucho contrabando con otras zonas de litoral, que hay quisquillas hasta profundidades de 50 metros en el Mar Mediterráneo, Mar Caspio, Mar Negro y Océano Atlántico.
Las gulas no son crías
Las gulas no son pescado, es un producto industrial comestible que, con tanto marketing y publicidad, han hecho creer a la gente que es una delicatesen. La angula es una cría natural de las anguilas, único alevín permitido por las leyes europea de pesca. Tengan cuidado que no les engañen. Hay mucho más que contar. Será otro día. Buen 2025.
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