«La experiencia gastronómica es producto más entorno»

–¿Qué le parece, un joven cocinero de Granada escribiendo un libro de gastronomía local?

–Rafael Arroyo no es de Granada, es del mundo y más desde que forma parte de la Selección Española de Cocina. Cuando se llega a ese nivel, se trascienden los límites de una ciudad para ser universal. Es un honor para nosotros y con esa valentía, llegará lejos.

–¿Cómo afronta la vuelta en un nuevo emplazamiento?

– Con ilusión y muchas ganas de trabajar y seguir trabajando por esta ciudad. Estamos en el edificio Regente, que llevaba doce años cerrado. A raíz de la pandemia, me replanteé un cambio para estar más cerca del granadino y Puerta Real y la plaza del Ayuntamiento son el corazón de Granada. Estaba enamorada del edificio y de sus vistas y me lancé.

–¿Qué tal es su entorno gastronómico más cercano?

–Está muy bien, con grandes sitios para ir a comer a clásicos de toda la vida como Los Manueles, Los Diamantes, La Cueva, Castellana, Carlos Navarro, los bocadillos delAliatar... muchas tentaciones. (Risas).

–¿Cómo funciona su agencia, Granada Online?

–Somos una agencia mayorista y minorista en la que vendemos Granada, además de otras partes del mundo. Creamos diferentes productos sobre Granada para vender a otras agencias de viaje y al cliente particular.

–¿Compra ese producto granadino el cliente local?

–Sí. Es muy habitual cuando vienen familiares o amigos de fuera o como regalo en fiestas y celebraciones.

–Además de la Alhambra, ¿cuál sería el gran producto granadino desde el punto de vista turístico?

–La ciudad en sí misma. Sus calles y sus vistas increíbles. El barrio del Albaicín y la posibilidad de encontrar gótico, renacimiento y barroco en edificios muy próximos entre sí. La gente se queda asombrada. Y la provincia, con Sierra Nevada, la Costa Tropical, la Alpujarra, el Geoparque...

–¿Y el mito de que los turistas ven la Alhambra y se van?

–Cada vez menos personas ven solo la Alhambra. Las agencias ofertamos tantas cosas que estamos desterrando el mito. La Alhambra ya no es lo único.

–¿Ha creado algún producto gastronómico en su agencia?

–Sí. Una visita a la ciudad para la gente que pernocta aquí termina con un recorrido de tapas, de pago, por distintos establecimientos de la ciudad.

–¿Demandan la tapa sus clientes internacionales?

–Sí. La conocen, saben lo que es y la piden. Aparece en todas las guías y es mundialmente famosa.

–¿Saben que es gratis?

–Sí. Esas guías y diferentes agentes e instituciones relacionados con el turismo se han encargado de contarlo a los cuatro vientos.

–¿Qué le parece a usted la tapa?

–Que es maravillosa, pero está infravalorada. Debería ser nuestro producto estrella, pero no tal y como se concibe. La tapa podría ser la mejor muestra de los productos granadinos, que son extraordinarios, pero en el momento en que se da gratis, se le quita el valor. Debería ir desligada del precio de la bebida, pedirse aparte y con posibilidad de elección.

–¿Se puede ligar que Granada no tenga estrella Michelin con esa cultura?

–Es posible. Si la gente busca la tapa gratuita para comer y cenar, no va a los restaurantes a conocer sus propuestas culinarias ni conoce la excelencia del producto de km. 0 de Granada. La experiencia gastronómica es el producto interactuando con el entorno.

–¿Buscan sus clientes probar platos con historia de Granada?

–Sí. Antes de venir, nosotros les ponemos en antecedentes y les hablamos de la idiosincrasia de la ciudad, incluyendo la gastronomía. Les recomendamos sitios dependiendo de sus gustos y apetencias. El Claustro, por ejemplo, es de los que siempre triunfan.