Alejandro Bortolussi habla en La Maestranza de su nueva faceta como jugador de 3x3. Blanca Rodríguez
Una Alhambra con | Alejandro Bortolussi, jugador de baloncesto

«Mi filosofía es dar siempre el 100%, en el deporte y en la vida»

Se ha enganchado al baloncesto 3x3 y trabaja como agente de la propiedad inmobiliaria. Entre Málaga y Granada, 'Borto' tiene gran visión de conjunto

Jesús Lens

Granada

Jueves, 17 de julio 2025, 21:14

Quedamos en un bar al que fui mucho durante mucho tiempo, La Maestranza, cerca de la Plaza de Toros. Luego íbamos al Magic de Rubén a escuchar jazz. Por eso me hizo tanta ilusión que Alejandro Bortolussi me lo propusiera como primera y (casi) única opción para mantener esta charla. Hace un par de semanas, lo mismo habría escrito que 'Borto' es exbaloncestista profesional, pero el destino ha querido que nos juntemos justo cuando ha vuelto al 'fregao', reconvertido en jugador de 3x3. Pero antes de hablar de básket...

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–¿Por qué, La Maestranza?

–Mi pareja vivía cerca de aquí y veníamos mucho antes de trasladarnos a Málaga. Nos sentimos en familia, esa sensación de estar como en casa. Además de que tienen los tercios de Alhambra más fríos de Granada.

–Se ha ido a vivir a Málaga por cuestiones de trabajo. ¿Cómo la ve?

–Viví allí hará 16 o 17 años, que cuando vine de Argentina, mis padres y yo vimos que Unicaja me ofrecía un proyecto sólido que iba más allá de lo deportivo y me permitiría seguir formándome, como así fue. La he encontrado tan cambiada que el lugar donde vivo, entonces ni existía. (Risas). Ha crecido una barbaridad. Y eso tiene sus pros y sus contras.Se ha internacionalizado, hay muchas oportunidades de negocio y empleo, pero ha perdido un poco la esencia de ciudad, los comercios de siempre...

–¿Y Granada?

–Está un gran momento. Hay mucha demanda de pisos, la economía se mueve y la calidad de vida es excelente. Tiene el mar, la montaña y durante la mayor parte del año, ahora no, un clima muy bueno. Mantiene la esencia de una ciudad pequeña con los servicios de una grande.

–¿Cómo fue su paso de las canchas a la gestión inmobiliaria?

–Muy natural. Yo jugué hasta los 34 años, pero salvo que estés en ACB, la situación del baloncesto en España es muy precaria. Se entrena como un profesional, pero no se cobra acorde a esa exigencia. No quería dejar pasar más tiempo para mi inserción laboral, pero aquella última temporada la disfruté al máximo, concentrado en el juego y sin preocuparme por buscar un trabajo. Al terminar, la familia Almazán, con la que siempre he tenido muy buena relación, me planteó incorporarme a su inmobiliaria, Cemac. Y hasta ahora. Estoy encantado.

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–De hecho, ahora tiene bastante más trabajo...

–(Risas) ¡Sí! Como mi socio, Eloy Almazán, acaba de firmar como nuevo director deportivo del Covirán, me toca trabajar más, pero estoy feliz y lo va a hacer genial, fichando a los mejores jugadores para el club.

–¿Cómo ve al Covirán?

–Será una buena noticia que juegue en ACB. Es positivo para el club y para la ciudad, pero no empieza en condiciones óptimas para los fichajes, por lo que partimos con ese hándicap. Eso sí: la afición tiene que valorar el esfuerzo que se ha hecho y que sigue haciendo por mantenerse en la élite del baloncesto, que no es nada fácil. Y es que hay ocasiones en que, haciendo las cosas bien, los resultados no llegan. El deporte es así.

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–¿Cómo ha sido su paso al 3x3?

–¡De rebote! Mi pareja,Adriana Rodríguez, es preparadora física en The Embassy, el centro de entrenamiento de José Manuel Calderón y Berni Rodríguez en Málaga. Voy bastante por allí. Organizaron unas pruebas para sacar un equipo profesional en dicha modalidad, pero ni se me ocurrió presentarme, que renegaba un poco del 3x3 y no lo seguía, confieso. Un día, el entrenador del equipo me propuso probar y... ¡me encantó! Ya hemos debutado en un torneo en Zaragoza, empezando desde lo más abajo.

–¿Y qué sensaciones se trae!

–¡Es durísimo! Es una forma de jugar al baloncesto completamente diferente. Son 10 minutos intensísimos sin descanso alguno, de una exigencia física muy alta. Me encanta volver a ser profesional. Aunque mi prioridad laboral es otra, mi implicación es al 100%, que mi filosofía es darlo todo siempre, en el deporte, en el trabajo y en la vida.

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