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Pablo Amate
Viernes, 29 de septiembre 2023, 00:04
Seguro que se acuerdan del estribillo de la canción estival de: 'Aquí no ha playa...'. Pues para el Gobierno del Reino de España, Granada capital ... no tiene categoría ni buena cocina para ofrecer al nutrido grupo de jefes de estado con todo su equipo, esposas / parejas incluidas, en el encuentro de la UE en Granada. Seguro que muchos del gremio, o no, en vez de luchar para posicionar un restaurante de la capital, estarán echándole la culpa a los críticos gastronómicos. Y por supuesto, a las tapas de Granada.
Según el ministro de la Presidencia del Gobierno español, en Granada no hay nivel culinario suficiente como para dar las diferentes comidas sólo por cocineros granadinos. Y mucho menos la cena de gala, que la oficia Paco Morales, del restaurante Noor de Córdoba, que se desplaza desde Córdoba con todo su equipo, incluyendo vajilla, manteles, cristalería, cubiertos, etc. Estando valorada sólo esta cena, con tres menús diferentes, en unos 140.000 euros. Yo le pregunto a quien corresponda por qué no levantan ni un dedo, ni una voz, al ver humillada públicamente; o sea toda la hostelería de Granada capital. Yo, al menos, no he oído queja ni manifestación pública para protestar por el agravio y gesto de desprecio ignorante a nuestra hostelería.
Lo que le expongo lo hago con todo el conocimiento de causa del mundo. Unos pocos saben por qué me expreso tan seguro y tajante. Conozco a Paco Morales desde sus inicios en la bonita Córdoba con su familia. Destacó y comienza su periplo por destinos varios. No logra sobresalir hasta que vuelve a su tierra natal y elige una línea de cocina andalusí. Gracias a buenos historiadores, evitando errores en ingredientes o elaboración, sus platos son interesantes. Y habrá otra cena o comida con acento granadino que elaborará, salvo cambios –que los está habiendo– Javier Feixas en solitario.
La oficia el restaurante del complejo hotelero Barceló, La Bobadilla, a unos kilómetros de Loja. Recién galardonado con una estrella Michelin, su jefe de cocina aprendió en la escuela de hostelería de Archidona, su pueblo de origen. Y seguro que lo hará bien. El asunto, el poema, es que para la gala más importante no se haya encontrado un restaurante de Granada, con la calidad suficiente, según el Gobierno. Y con los vinos de Granada, me temo lo peor. Confío que por deferencia a la capital de la Alhambra ponga vinos de aquí. Hay, unos cuantos para escoger. Pero como sea el mismo asesor que el de los restaurantes, vamos apañados. Vuelven a ningunearnos: Rules, AVE, aviones, etc. ¡Ole mi Granada!
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