IDEAL

Gastronomía para quedarse en casa

El reparto a domicilio de comida tradicional se acentúa entre trabajadores, familias con niños y personas mayores

Viernes, 27 de marzo 2020, 11:01

Mientras la incertidumbre golpea con fuerza al sector de la hostelería, ciertos establecimientos han decidido mantener sus cocinas abiertas para atender a quien lo necesite. Algunas voces consideran que es 'arriesgado' en lo que a propagación del COVID-19 se refiere. Muchos de los restaurantes que habitualmente lideran la demanda de reparto a domicilio lucen el cartel de cerrados hasta nuevo aviso. Sin embargo, las personas mayores, con reducida movilidad o que viven solas necesitan de este servicio.

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La gastronomía, solidaria por naturaleza, se vuelca para atender a mayores y trabajadores que incansables pelean ante la situación. Empresas muy conocidas han donado producto a los hospitales para que enfermos y trabajadores tengan un momento algo más dulce. Es el caso también de Scola Pasta que, antes de cerrar sus puertas, enviaba de forma altruista pizzas al hospital para que enfermeros, médicos, celadores y demás personas que integran la plantilla tuviesen una sabrosa muestra de apoyo.

Otros han decidido comprometerse a largo plazo, al menos de momento. «Nuestra vinculación con el personal sanitario se mantiene desde hace generaciones, no íbamos a dejarlos sin un plato caliente en las actuales circunstancias. A veces una cucharada de un buen guiso reconforta ante la falta de horas de sueño y el ánimo decaído» explica Mario Ramírez, tercera generación del conocido Restaurante Ramírez, quien en estos días reparte él mismo la comida a domicilio. De sus 35 empleados quedan dos en activo, pero no quieren dejar a nadie sin una opción ante la situación de encierro. A la demanda de pedidos se le han sumado las peticiones de clientes asiduos que, por cuestiones de movilidad reducida y avanzada edad, solicitan atención de la cocina de Ramírez. «Hace unos días me pararon algunos miembros de la Policía para preguntarme si podíamos hacerles bocadillos calientes, están teniendo problemas para encontrar qué o dónde comer» cuenta Mario. Su opción es ofrecer la misma carta de siempre con platos castizos como el rabo de toro o paletilla, junto a una propuesta de menú por menos de 10 euros. Y desde hace unos días, y ante la petición de trabajadores de la zona, la gremial de taxis o la UME están llevando también desayunos a la puerta de quien lo reclama. Las medidas de higiene se han reforzado aún más en esta cocina profesional empleando guantes y mascarillas de un sólo uso, desinfección del vehículo de transporte, lavado de manos continuo o recipientes de un único uso para la comida. Éstas son algunas de las pautas que ahora se han vuelto ley para el equipo.

Es el caso también del Catering Ibagar que, desde Churriana de la Vega, continúan elaborando menús basados en la dieta mediterránea, supervisados por el departamento interno de nutrición. Reparten dos días por semana, martes y viernes, y las opciones van desde menús mensuales a semanales, aunque ahora se aceptan peticiones diarias, siempre y cuando se respeten los días de reparto. Platos como el guiso de alubias blancas, pollo al chilindrón, patatas en ajopollo, cazuela de fideos o albóndigas en salsa son algunas de las propuestas tradicionales que no faltan en su carta. Trabajan bajo el protocolo de línea fría cuidando al máximo las pautas de nutrición y las medidas de higiene con las batas de usar y tirar, guantes, mascarillas, etc. para que los alimentos lleguen en su forma óptima y sin riesgos. Los precios oscilan en torno a los cinco euros por persona y menú, y todos sus platos se guardan en nevera para después poder calentarlos al baño María o al microondas. Un sistema que se aleja de los platos congelados. «Continuamos con la mirada fija en aquellos que necesitan opciones en estos extraños días, la mayoría son personas mayores aunque también llegan peticiones de personas que no pueden cocinar por diversas cuestiones», expone Miguel Ibáñez, gerente del catering.

La Sidrería Chigrín es otra de las opciones que se ofertan en la capital, quizás la más modesta de todas. Pachi Pérez continúa con la cocina de su pequeño local abierta para ofrecer su característico sabor asturiano. «La mayoría de pedidos nos están llegando de familias con niños» cuenta Pachi, quien no sabe aún si permanecerá trabajando ante la prolongación del estado de alarma. «Nuestro reparto se gestiona principalmente por plataformas externas y la comisión que se llevan es demasiado alta en días donde sólo trabajamos con pedidos a domicilio» explica. Los pedidos se centran en

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