De la gestión de empresas a hacer deliciosas tartas en Granada

La vida a veces nos lleva por caminos que jamás seríamos capaces de imaginar. Una situación que vive en sus propias carnes Sonia Chueca Bau, una valenciana que lleva 21 años viviendo en Granada y que, después de estudiar Administración y Dirección de Empresas y trabajar siempre en oficinas y gestorías, lo ha cambiado todo para iniciar una nueva etapa como camarera y repostera. Un mundo totalmente diferente al que estaba acostumbrada en el que ha encontrado su auténtica pasión: hacer tartas.

«Siempre me ha encantado la cocina, la repostería sobre todo. Es algo que viene de mi madre, tías y abuela», explica a IDEAL Sonia. Sin embargo, pese a ese gusto por los fogones, nunca había pensado dedicarse a ellos hasta el año pasado, momento en el que decidió dar un giro a su vida y dedicarse de pleno a la cocina. «Quería probar a ver qué tal y empecé haciendo tartas para cumpleaños y amigos. La gente comenzó a recomendarme y poco a poco me iban pidiendo más tartas».

Y tras un año haciendo tartas, este 2023 decidió dar el salto definitivo al mundo de la hostelería y la restauración comenzado a trabajar como camarera en La Brujidera, un negocio especializado en vinos ubicado en la calle Monjas del Carmen, a los pies del Realejo. «Era cliente de La Brujidera desde hace mucho tiempo y me enteré de que se iba un camarero, así que decidí probar para conocer mejor la hostelería». Y por el momento, pese a ser algo totalmente diferente a lo que hacía hasta ahora, reconoce que cree que no se ha equivocado porque le encanta «estar de cara al público».

«La adaptación ha sido muy buena, aunque te tienes que adaptar a los horarios. La vida me ha llevado por este camino y como la cocina y la hostelería en general me chiflan pues estoy muy feliz». Su trabajo en La Brujidera le permite también dar mayor visibilidad a sus tartas, ya que «sin un local de cara al público es difícil que la gente te vaya conociendo». Y a raíz de poder ofrecer una mayor visibilidad a sus elaboraciones, «se está corriendo la voz» y la gente cada vez le pide más y más tartas.

Sobre cómo ve esta etapa de su vida tras haber dejado a un lado la Administración y Dirección de Empresas, Sonia cuenta que la afronta como una etapa más: «No sé por dónde me llevara este nuevo camino, pero es un mundo nuevo que estoy descubriendo y me está encantando». Eso sí, tiene claro cuál sería su sueño de cara al futuro más cercano: abrir su propia tienda de tartas en el centro de Granada. «Me gustaría tener un local pequeñito en el centro y poder seguir haciendo mis tartas. Tener todo expuesto, vender café y tener una pequeña biblioteca con un rincón de lectura. Ese sería mu sueño».

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