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Lunes, 11 de diciembre 2023, 00:28
Hace siete años Patricia Gijón, farmacéutica de profesión y por vocación desde su más tierna infancia (en la que pedía juguetes de química y leía prospectos) aprovechó una reducción en su jornada laboral para elaborar la que ha sido hasta ahora la fórmula magistral de mayor éxito en su carrera, la ginebra Gin-Zarí.
Disponer de más tiempo en aquel momento le ayudó a potenciar sus conocimientos como boticaria y a desarrollar esa vena creativa de la que ya había dado muestra elaborando preparados exclusivos en forma de cremas, jarabes o perfumes. «Como no estaba acostumbrada a tener tantas horas libres -explica- empecé a destilar ginebras como antes lo había hecho con los perfumes, pero no con el propósito de consumir. Tan sólo a petición de familiares y amigos para elaborar los tipos de ginebra que a ellos les gustaba, lo que a mi me sirvió para practicar».
Esa inquietud por innovar y todo un «cúmulo de casualidades», como ella misma reconoce, le llevó a participar en 2016 en el concurso Gin Motive en Madrid sin más pretensión que la de demostrar su valía en esta nueva faceta. «La sorpresa fue que acabé ganando frente a ginebras comercializadas y eso propició que mi marido y yo tomáramos la decisión de sacar nuestra ginebra al mercado».
En ese concurso se daban cita las mejores ginebras pero en todas las ediciones de Gin Motive se invitaba a participar a otras bebidas espirituosas, como el ron, el whisky o la cerveza. El turno, en ese año, era para el tequila y el mezcal. «Quería darle un guiño a este tipo de bebida y, por ello, uno de los pilares fundamentales de la ginebra que presenté era el agave porque no lo utilizamos como un botánico más, sino como parte de la estructura del alcohol de la ginebra, junto al alcohol de cereales. A partir de ahí, esos cimientos de la ginebra se complementan con distintos aromas y sabores, que son los distintos botánicos que lleva para armonizar esa estructura».
¿A qué sabe Gin-Zarí?
Para Patricia Gijón Gin-Zarí representa un conjunto casi perfecto con «un sabor único, sútil y elegante» en el que se aprecian «los puntos dulces de la naranja y la mandarina, el toque salado, que provoca el agave y hace salivar, el punto amargo de la angélica y el picante del jengibre». Pero, ante todo, esta ginebra es un homenaje constante a Granada, a su pasado nazarí y una representación muy fiel del propio sentir de su creadora, que se considera «muy granaina». Así ha quedado reflejado en la preciosa decoración de la botella de farmacia en que se contiene esta ginebra (una planta de agave que recuerda al artesonado de La Alhambra), la combinación del nombre Gin-Zari, la elección de las especias que componen la ginebra, a espaldas de la Catedral, y el sabor y aroma de los cítricos procedentes del Valle de Lecrín, ese maravilloso vergel por el que Patricia pasa a diario para dirigirse a su farmacia de la Alpujarra.
Con las estrellas Michelin
Aquel concurso fue sólo el punto de partida de la ginebra Gin-Zarí, cuyo nombre no ha parado de crecer ni de obtener importantes premios, con presencia visible en grandes superficies, en el canal Horeca, en tiendas Gourmet y hasta en restaurantes con estrellas Michelin, como el Dama Juana de Jaén, que fue el primero en apostar por la gran calidad de esta ginebra. Con respecto a los reconocimientos hay que destacar, entre otros, la medalla de bronce en el International Spirits Challenge (frente a más de 1.500 ginebras de 70 países) y su presencia en la Guía Peñín Destilados. Por ello Patricia Gijón se siente «muy orgullosa de un producto que nació en la cocina de mi casa, con un alambique de tres litros, y ha pasado a ser un producto que se reconoce a nivel nacional e internacional». De la destilería Joaquín Alonso de Atarfe parte una gran producción, cuyas mayores cantidades se venden a nivel nacional en Granada, Sevilla, Cádiz, Jaén y Barcelona, pero también en países como Alemania, Inglaterra y Francia.
Pese a tratarse de una bebida de autor y de reconocido prestigio, Gin-Zarí «está dirigida a todos los paladares y no sólo a los super exquisitos porque se trata de una ginebra muy especial y versátil. Queremos que la tenga desde la cafetería del barrio hasta el restaurante en el que hay que pagar doscientos o trescientos euros por el menú». Otro impulso importante para esta ginebra es su participación habitual en degustaciones y catas a nivel privado o en fiestas y eventos multitudinarios. Ejemplo reciente de ello ha sido la degustación organizada en la Sala Aliatar de Granada para distintas revistas locales de moda o la que cierra en estas fechas para la recién inaugurada temporada de Sierra Nevada.
El mejor aliado
En esta aventura al frente de Gin-Zarí, Patricia ha contado desde un principio con el apoyo incondicional de su marido, Gustavo Pérez, implicado igualmente en toda la organización de los eventos y en el cuidado de los detalles en la atención al cliente. Fue, además, el primer 'catador' que comprobó la excelencia de esta gran ginebra y el gran responsable, junto a Patricia, de su salto a los mejores escenarios. «Siempre vamos a una y, de hecho, fue el primero que probaba las ginebras que elaboraba. Se mostraba muy crítico hasta el día en que probó esta ginebra. Simplemente hizo un gesto de afirmación con la cabeza y gracias a eso tomamos la decisión de presentarla al premio».
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