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¿Por qué el gorro de chef tiene esa forma?

Si alguna vez te ha generado curiosidad este tema, hoy te contamos la historia de esta prenda única.

Lunes, 22 de enero 2024, 12:07

La mayoría de la gente, cuando piensa en el chef ideal, se imagina a alguien que lleva un gorro alto y blanco. El gorro de cocinero, también conocido como toca, es un elemento tradicional de las cocinas de todo el mundo; pero ¿te has planteado alguna vez su finalidad?

Si alguna vez te ha generado curiosidad este tema, hoy te contamos la historia de esta prenda única.

¿De dónde procede el gorro de cocinero?

El gorro blanco de cocinero, también conocido como toca blanca, se lleva desde hace generaciones. Sus orígenes se remontan a la antigua Asiria, aunque los cocineros empezaron a ponérselo en el siglo XVII.

Pero, ¿de dónde surge? Para distinguirse del resto de los trabajadores de la cocina, los cocineros se ponían sombreros. Al igual que los herreros y los sastres, los cocineros de la Edad Media pertenecían a gremios especializados.

En este sentido, los gorros de chef decían mucho de su posición social y su pericia. Un gorro más alto indicaba que el cocinero tenía más experiencia.

El cocinero francés Marie-Antoine Carême modificó el uniforme de los cocineros profesionales en el siglo XIX, estandarizando la toca. En su opinión, un aspecto pulcro y ordenado favorecía el autocontrol y la limpieza.

El gorro de cocinero: un clásico con estilo propio

Pero más allá de un símbolo de estatus, el gorro de cocinero es más de lo que parece; su diseño tiene también múltiples usos funcionales. Su forma alta y cilíndrica es ideal para soportar mejor el calor de la cocina, ya que mantiene fresco al cocinero. El pico del gorro actúa como disipador de calor, dirigiendo el calor de la cabeza del cocinero hacia arriba, mientras que los pliegues de la parte superior permiten que circule el aire.

El material de construcción del gorro también es importante. El grueso algodón con el que se fabrican la mayoría de los gorros de cocinero absorbe el sudor y evita que se filtre en la comida, lo que es especialmente importante en una cocina caliente donde hay mucha actividad.

Por último, el marcado color blanco del gorro subraya la importancia de la higiene personal al preparar la comida.

Una historia contada por los pliegues

Un gorro de cocinero es fácilmente reconocible por sus característicos pliegues. Hay exactamente cien pliegues en un gorro de cocinero clásico. La historia cuenta que simbolizan la habilidad de un cocinero, ya que muestran de cuántas formas distintas puede cocinar un huevo.

Pero en el mundo actual de la alta cocina, cuantos más pliegues haya, más experimentado y hábil se considera al chef. Así, cuanto más arriba en la cadena alimentaria esté un chef, más pliegues verás en su uniforme.

La norma de los 100 pliegues ya no se utiliza en muchas cocinas modernas, a pesar de estas tradiciones. Hoy en día se puede ver a los chefs con gorros de todas las formas y tamaños, con una amplia gama de pliegues.

Mucho más que un gorro

La toca blanca, o gorro de cocinero, tiene un propósito que va más allá de la mera indumentaria. Cuando lo veas, sabrás que el integrante del mundo culinario que lo lleva valora la tradición, la pericia y la historia. E incluso si ya no se siguen al 100% las tradiciones, su forma única dice mucho sobre el talento del chef, a la vez que cumple una función utilitaria.

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