Más que helados para resistir al calor en Granada
Las heladerías de la ciudad cuentan con otras especialidades que resultan perfectas para mitigar las altas temperaturas típicas de julio y agosto
Entre mediados de julio y mediados de agosto tiene lugar en nuestro país la canícula, que es el periodo más caluroso de todo el año. ... Unas semanas en las que los termómetros superan los 40 grados durante el día y no bajan de los 20 durante la noche, haciendo que sea francamente difícil resistir al calor. Pero afortunadamente en Granada hay multitud de heladerías que no paran de innovar para convertirse en los mejores aliados frente a las altas temperaturas en esta época del año. Y en ellas ya no solo hay helados, sino muchas otras especialidades que, además de refrescantes, son deliciosas.
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La heladería Grillo es un ejemplo de ello. Aunque a día de hoy es famosa por sus helados, ya sea en tarrinas o en conos, lo cierto es que en su inicio era una pastelería de helados en la que únicamente hacían tartufos y cassatas. Y aunque a día de hoy lo que más piden sus clientes sean sus famosos helados, todavía siguen ofreciendo estas especialidades sicilianas, entre muchas otra más. En este sentido, Bruno Grillo, propietario de la heladería, explica que uno de los productos más destacados de su negocio es el tartufo, que es muy típico de su pueblo: «Es una bola de helado que tiene un corazón de chocolate líquido que no se congela, ahí está la clave». Y a él hay que sumar el cannolo, otro dulce típico de Sicilia que es una masa enrollada en forma de tuvo que va rellena de helado. «Después de los helados normales son los productos más vendidos», comenta.
Y a estas dos opciones hay que sumar otra especialidad más: la cassata, una tarta tradicional de la cocina de su región que ofrece en su versión helada. Sin olvidar los brioches de helado, los granizados naturales, las tulipas y las tartas heladas. «Es importante ofrecer más opciones a la gente porque no siempre apetece un helado y es interesante tener alternativas. Además, son productos que nos diferencian de otras heladerías», asegura Bruno, que no descarta añadir a su oferta otras especialidades de su tierra en el futuro.
Justo en frente de Grillo hay otra heladería que cuenta con una oferta bastante amplia de productos: Via Lattea Trinidad. Como están abiertos todo el año, en Navidad ya ofrecen otros productos como helados con sabor a mantecados, crepes y gofres. Mientras que ahora en verano ofrecen especialidades como galletas heladas, «envases de fantasía», con los que ofrecen conos y tulipas especiales, tartas y una de las estrellas del negocio: los granizados. «Ahora lo que más pide la gente son los granizados y tenemos mucha variedad. Es una bebida que refresca y que es rica en vitamina», explica Julia Pahomi, propietaria de Via Lattea Trinidad. En este sentido, destaca el granizado de mango de Motril, el de frutas tropicales o el de Granada, así como el frappé de café.
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Sobre si sus clientes piden cada vez más este tipo de productos, Julia explica que hay de todo: «Mucha gente quiere disfrutar de productos más tradicionales que le recuerden a su infancia, pero también hay clientes que prefieren disfrutar de lo nuevo y moderno. Nuestro objetivo siempre va a ser mejorar lo tradicional y ofrecer experiencias innovadoras». De hecho, ya trabajan en un helado de pionono que esperan poder incorporar pronto a su heladería.
Más allá de la capital, también hay heladerías de éxito en otros puntos de la provincia de Granada. En la costa, por ejemplo, uno de los mayores referentes es la Heladería Perandrés, con establecimientos en Motril, Salobreña y Torrenueva Costa. Aunque venden multitud de helados, el producto estrella de estas heladerías es la leche rizada, un producto que elaboran desde hace más de 100 años. «Es la estrella de la casa», reconoce Manuel Perandrés, propietario de las tiendas de Motril y Salobreña. Y lo cierto es que la elaboración de este producto no ha cambiado desde que la hicieran sus abuelos: «Yo lo aprendí de mi padre y él del suyo. Ahora mi hijo lo aprende de mi. La manera de trabajar es la misma, aunque hemos evolucionado en cuanto a la calidad del producto con el que la elaboramos».
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Según explica, llegan a vender alrededor de 200 litros diarios en Motril y más de 100 en Salobreña. De hecho, muchos granadinos no entenderían el verano sin el característico sabor a arroz con leche y canela de esta bebida tan refrescante de la Heladería Perandrés. Y el único secreto de que su leche rizada guste tanto es el tiempo. «No hay más secretos que echarle tiempo y trabajarla mucho. Esto no es coger leche, echarle polvos y ya está, es mucho más que eso», finaliza.
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