«Mis hijos me animaron abrir mi perfil en Instagram»
Evaristo no abomina, en absoluto, de la tecnología, pero pide cautela con el uso de la IA generativa en el mundo del arte. Repasamos su apasionante trayectoria
Nos conocimos a través de las redes, que no siempre y necesariamente son malas, perniciosas o polarizadoras. Evaristo Pérez Morales es, en Instagram, Mr. Evaristo ... y les recomiendo vivamente su cuenta @_evaristo. Seguía su trabajo desde hacía tiempo y, les confieso, como le confesé a él en persona cuando nos saludamos en Las Titas, que sentía una envidia no del todo sana cuando veía sus ilustraciones de personajes granadinos. De ahí que pegara un salto de inmensa alegría cuando me regaló un dibujo en el que me había caracterizado de época, convirtiéndome en personaje noir, cargado de libros y periódicos, saliendo indemne de un tiroteo. ¡Qué orgullo!
–¿Por qué, Las Titas?
–Porque es uno de los lugares emblemáticos de Granada, como el Café Fútbol. Y porque está más cerca que Cónchar (Risas). Allí se encuentra Las Albercas, y ponen unos arroces a la lumbre y otros manjares exquisitos. Os lo recomiendo, a ti y a tus lectores.
–¡Tomamos nota! Pasemos al mundo del arte y a su faceta como ilustrador...
–Pertenezco a aquella primera promoción de Bellas Artes de la que salieron gente como Juanjo Guarnido, José Luis Munuera, Andrés Soria o Santiago Ayán. Y Sergio García, que era un año más joven. Nos criamos salvajes, que la Facultad no tenía un edificio propio. Años maravillosos.
–¿Cómo fue su trayectoria?
–Aquella era una Granada muy efervescente. Recuerdo la revista 'Olvidos' y al gran Mariano Maresca o una agencia de comunicación y diseño como Manigua. Gané algunos premios en concursos de la Junta de Andalucía, de pintura y dibujo, pero no me gustó el ambiente que encontré en el mundillo de los galeristas y los críticos de arte, así que opté por desarrollar una carrera profesional en la enseñanza, que entonces era posible.
–Pero el gusanillo seguía ahí...
–Efectivamente. Y lo iba matando dentro del propio entorno formativo. Por ejemplo, preparando cuadernos didácticos. Recuerdo un dossier especial para docentes sobre el 100 aniversario del nacimiento de Lorca. Jugué con la imagen del lagarto llorando y le di 'continuidad' al poema haciendo que encontrara el anillo, reluciente. Está feo que lo diga, pero esos cuadernos son ahora pieza de coleccionismo.
–Y después llegó otro proyecto muy diferente...
–¡Y tanto! De hecho, fue portada de IDEAL, literalmente hablando. Me integré en el equipo multidisciplinar coordinado por Asunción Jódar, que fue profesora mía en la carrera, para la remodelación de la fachada del Ayuntamiento de Granada, junto a Eduardo Quesada y el escultor Ramiro Megías, que elaboró la famosa estatua basada en la obra 'El instante preciso' de Guillermo Pérez-Villalta... Hice el alzado, la integración de colores y aquella infografía de la fachada que fue portada.
–¡Tan controvertida, en su momento, aquella remodelación!
–Sí. Fue polémico eso de 'tocar' la casa consistorial. Eran años de mucho inmovilismo, pero pienso que ya está perfectamente integrada y que habría poca gente interesada en que se revirtiera. Después tuve un parón en mi actividad artística.
–¿Cómo lo superó?
–Gracias a un curso que hice con Sergio García, que me volvió a poner en el camino de la creación. Fue un impulso para volver al mundo de la infografía, de los lápices y los pinceles, también en formato digital. Hubo más encargos, como el del Año Lorca, que también fue portada en IDEAL.
–¿Y cómo fue su desembarco en las redes?
–Fue cosa de mis hijos. Mis padres cayeron enfermos y llegó el Covid, pero ellos me insistieron en que no lo dejara. Me abrí el perfil de Mr. Evaristo y empecé con la galería de personajes, muchos granadinos. Por ejemplo, de músicos urbanos jóvenes. Mi hijo José Andrés es productor musical, 'La mano de oro', y me ha puesto en contacto con ellos. La australiana Iyah May puso el dibujo que le hice en sus redes. Y otros clásicos, como la mismísima Nancy Sinatra. ¡Y Miguel Ríos! Me gustaría darle continuidad a la serie y exponerla.
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