El estudiante de Granada que compite contra las promesas de la cocina española

El Premio Promesas de la alta cocina de Le Cordon Bleu es uno de los certámenes gastronómicos más prestigiosos de España. En él compiten los cocineros jóvenes más prometedores y este año, en su décima edición, un estudiante del centro granadino La Inmaculada ha sido seleccionado entre los 50 mejores y ahora se mide con otras promesas de la cocina para entrar en la final, a la que únicamente accederán 10 jóvenes cocineros. Se trata de Álvaro Sánchez, un extremeño de 20 años que está en Granada cursando el segundo año del Grado Medio de Técnico en Cocina y Gastronomía y, gracias a su trabajo, ahora representa a su centro y a toda la provincia en el concurso de Le Cordon Bleu.

«Ahora mismo estamos 50 candidatos seleccionados de toda España y a principios de marzo conoceremos quién pasa a la fase final», explica Álvaro, que al igual que el resto de participantes tuvo que elaborar una paupiette de salmón rellena de langostinos, pasta fresca estampada y beurre blanc. «Ellos nos piden que realicemos esa receta pero podemos hacer algunas variaciones y presentar una guarnición a nuestra elección». En su caso, decidió hacer un tartar de langostino para el relleno usando alga nori y también le dio un toque de color al salmón al teñirlo con remolacha. Además de presentarlo con unas verduras escabechadas y decorar la pasta estampada con pétalos de pensamiento y hojas de eneldo.

La receta tuvo que grabarla en vídeo y enviarla a los jueces para que dictaminen si está entre los 10 mejores o no. Aunque esa opinión no será la única que se tenga en cuenta: «La gente puede votar su vídeo favorito, lo que tiene un valor del 15%, así que ahora estoy intentando que llegue al máximo número de personas posible». La votación, que ya está abierta, permanecerá activa hasta el 1 de marzo y para apoyar al estudiante del centro granadino basta con visitar la página web de Le Cordon Bleu, buscar el vídeo de Álvaro y votarlo. «Mis padres están como locos con la noticia y con que esté dando estos pasos. Aunque no llegue a la final esto ya es una gran experiencia que me está haciendo aprender mucho», explica el joven de 20 años, que reconoce que le encantaría llegar a la fase final en Madrid, ya en formato presencial, lo que supondría un gran logro. «Para mi eso me haría estar más que satisfecho. Sería la oportunidad de estar junto a los grandes próximos cocineros de España».

Sobre sus inicios en el mundo de la cocina, Álvaro explica que la afición le viene por su padre, que es el que más cocina en su casa. «Es por él por quien cocino. Desde muy chico me metía en la cocina y siempre preparaba cosas para mis padres». Aunque lo cierto es que no fue hasta hace relativamente poco tiempo cuando decidió que quería que la cocina fuera su forma de vida. «Estaba un poco perdido en la vida y los estudios y se me encendió la bombilla. Esto es lo que quiero hacer y son los años que más he disfrutado con los estudios», reconoce. Y el hecho de llegar a Granada tiene que ver con que muchos de sus amigos están en la ciudad, además de algún familiar. «Quería cambiar de aires y salir de la zona de confort. Extremadura no me ofrecía todo lo que quiero con 20 años».

A estas alturas, tiene claro que la cocina es «la manera en la que me puedo expresar y sacar la creatividad que llevo dentro», lo que le hace sentirse bien con él mismo. Y señala que cuenta con dos referentes a nivel culinario: Dabiz Muñoz, que tiene «un estilo rompedor», y Jordi Roca. «Me encantan como transmiten la cocina». De cara al futuro, no tiene muy claro cuáles serán los pasos a seguir, aunque sí que le gustaría poder seguir viajando gracias a la cocina. «Aprender idiomas, moverme por el mundo y seguir conociendo la cocina y las personas de cada sitio», algo que espera hacer durante mucho tiempo porque, según explica, basa sus estudios en «aprender día a día», algo que quiere seguir haciendo durante mucho tiempo.

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