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Se suele poner el sobrante en bonitas bolsas de papel y a veces hasta con el vino, si sobró. Pablo Amate

Llevar las sobras y mirar la cuenta

Dimes y diretes de los sabores ·

Llevarte a casa un plato preparado y cocinado por profesionales de un bar o un restaurante es una excelente propuesta para disfrutar con la familia y volver a degustar sabores que ya se añoraban

Pablo amate

Viernes, 15 de mayo 2020, 01:55

Hace años me contaron una costumbre popular. Cuando se iba a una boda, el bolso de las señoras se forraba de plástico para echar todo lo que podían coger del convite. Esto es verídico. Y demuestra que 'da fatiga' pedir para llevar directamente al restaurante. Nos viene del tiempo de las hambrunas.

Doggy bag

Es un 'palabro' anglosajón, que en plan 'fino' significa 'la bolsa para el perro', eufemismo utilizado para llevarse restos de la comida pedida y no terminada de consumir. La excusa era «esto es para el perro». La mayoría de los casos era la cena del quien lo había pedido y nunca tuvo perro. Una de las veces que estuve por Estados Unidos, por trabajo, quise saber como funcionaba eso del 'doggy bag'. Por tanto en uno de los almuerzos, dejé un poco de comida del segundo plato. Indiqué al camarero que me lo prepara para el 'doggy'. Sin inmutarse, se llevó mi plato sin terminar y al momento volvió con una bolsa de papel, muy mona. De forma discreta, pero sin tapujos, me indicó que la tenía colgada en el respaldo de mi silla. Salí del restaurante y abrí la bolsa. Todo muy ordenadito, sí señor, pero tenía cena de trabajo y lo tuve que tirar.

No hablar de comida

En nuestra cultura ha sido, y aún es, de mala educación hablar de comida y de dinero. Menos para una conocida que tiene el descaro de preguntarte delante de otras personas que cuánto ganas. La hambruna motivada por la terrible Guerra Civil hizo código de silencio mencionar estos temas en público. Tanta huella dejó en nuestros antepasados que siendo joven, y servidor ya tenía instintos gourmet, la madre de un querido amigo, Tito, gran cirujano que hace unos años murió por cáncer, guapa y amable, nos invitó a comer en su casa. Los huevos fritos con patatas estaban gloriosos, para mojar sopas con el sabor del rico aceite de oliva virgen extra.

Di cumplida cuenta de mi plato, y por educación comenté a la mamá de Tito que estaba muy bueno todo. Ella, como una 'madraza' me preguntó si quería otro par de huevos fritos. «Para nada», respondí, sólo elogiaba el punto tan rico. «Tú tienes hambre», comentó en voz alta, y sin pensarlo dos veces, llama a la chica que ayudaba en la casa e indicó: «Por favor, fríele dos huevos a Pablo». Insistí, creo que llegué a implorar, que no quería otros dos huevos fritos. Me los tuve que comer.

Antes muerto que sencillo

Esta muesca mental persiste. Fue una campaña de tráfico la que empezó con aquel «si bebes no conduzcas». Los dueños de los restaurantes apreciaron que ya no vendían vino, recuerden que antes había que pedir una botella entera y pocos locales disponían de las famosas medias botellas, dado que con ese tamaño el vino evoluciona y se oxida mucho más rápido. España, y en concreto la hostelería andaluza, tardó muchos años en aceptar vender el vino por copas. Lo mismo que si se pedía agua tenía que ser embotellada y con un precio desmesurado. Asunto que aún persiste, frente a la normativa de la Junta de Andalucía.

En Francia, por ejemplo, si pides agua de la casa no se ofenden, y se puede reiterar todas las veces que quieras. A lo que vamos. Los restauranteros ofrecían la posibilidad de llevarse lo que quedaba en la botella, en una discreta bolsa, para nuestra casa. Hasta que llegó el vino por copas.

La pizza no es basura

Una de las muchas polémicas acontecidas con este periodo tan luctuoso es incluir a este plato italiano en el grupo de comida rápida o basura. No tengo ni tuve restaurante de ningún tipo. Respeto tanto ese trabajo que no me atrevería. Pero sí estoy formado en nutrición, por tanto quiero corregir a los que incluyen a este tipo de comida como alimento basura. La composición de este plato mediterráneo, siempre que sea de forma natural, integra: 400 gr. de harina de trigo, 200 ml. de agua tibia, dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 15 gr. de levadura fresca, una pizca de sal y harina para la encimera (para que no se pegue). ¿Ven algún ingrediente que parezca pernicioso? Y se pueden añadir otros ingredientes naturales saludables como quesos variados, jamón, berenjenas frescas, ajo picado (salvo que sea pizza Margarita), orégano, anchoas, tomate, pimientos, piña y un largo etc.

Y recuerden, una auténtica pizza es muy fina, hecha al horno de leña y crujiente. Otra cosa es que te den a comer todos los días pizza. Como si todos los días hubiese una excelente paella. Cansa.

¿Hielo al vino?

¿Se acuerdan cuando íbamos en avión? Si nuestro vuelo, supongamos, era a las siete de la tarde, notábamos que las bebidas como el vino blanco, cervezas o refrescos estaban calentonas. La causa es que, según el modelo de avión, muchos no disponen de frigorífico a bordo, y a veces ni de hielo seco. Sólo se mantienen, a veces, los cubitos de hielo. El motivo es que en cortas distancias, dos o tres horas, el embarque del catering para ese avión se hace a primera hora de la mañana. Y ya no se reponen en el resto de vuelos de ese avión.

Recuerdo que pedí un vino blanco y estaba calentón. Lo comenté a la azafata, y como era un avión extranjero, la señorita me recomendó echarle un par de cubitos en la copa al propio vino. La miré extrañado y decliné su propuesta. No quería que se aguara el vino, está claro. Pero si se le presenta el caso, use unas bolitas de plástico rellenas de agua y herméticas, que tendremos en el congelador, y enfrían la bebida, sin 'aguachirrinarla'.

Un poquito de por favor

En las provincias agraciadas con la fase 1, en este berenjenal de clasificaciones, en muchos casos y difícil comprensión, vemos imágenes de terrazas, donde en la mayoría de los casos se reúnen juntos y revueltos sin protección alguna. No creo que todos sean familiares o convivan en el mismo espacio habitacional. Por favor, tengan cuidado, a ver si a los demás nos llega y podemos catar una cerveza al aire libre, en la terraza de nuestros queridos bares. Creo que en Madrid han disuelto gran cantidad de fiestas en pisos. Yo también quiero ver a amigos y parientes. Pero, por favor, que el contagio es por cercanías y 'achuchaeras'.

Tipos de aceites de oliva

¿Quién habrá diseñado el anuncio de la tele para promocionar el aceite de oliva español? Desde los personajes, con una madre vestida de fontanero y un zagal casi en edad de ser tallado para la mili, con vozarrón de hombre a punto de jubilarse. Pero lo malo es que orientan mal al consumidor. Lo que se tiene que saber, y no se explica, es que todos los aceites no son lo mismo. Igual que todos los vinos, tampoco.

La cosa es fácil. Use la variedad picual para fritos, guisos, ensaladas y lo que se le antoje. Lo mismo puede hacer con el resto de variedades andaluzas: royal, hojiblanca, picudo, etc. y dejar la arbequina, que a veces también pica en boca, para guisos y no fritos. Esta es una de las labores que realiza desinteresadamente la Academia Óleo Gastronómica Internacional.

Viva el aire libre

Lo primero que haré cuando nos dejen es tirarme al monte, siempre he sido muy de montaña. Combinando las travesías por parte del Parque Nacional de Sierra Nevada, que dirige Francisco Muñoz, su actual director. Otro montañero de pro. Y en una de las ventas que hay desde Güejar Sierra hasta el Barranco de San Juan, me voy a poner hasta la bandera de autenticas patatas a lo pobre.

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Llevar las sobras y mirar la cuenta