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En Bodegas La Mancha, David Montañés reivindica que la gente se sienta libre para cantar en los bares. pepe marín
«Soy como el ajo: marido con todo»
Una Alhambra con | David Montañés, músico

«Soy como el ajo: marido con todo»

Se declara poco amigo de las prohibiciones. David Montañés presenta su disco 'Juerga y vino' reivindicando la fiesta improvisada y el calor de la amistad

Jesús Lens

Granada

Viernes, 10 de diciembre 2021, 00:34

Quedamos en un lugar histórico, Bodegas La Mancha, y nos encontramos acodados en la barra con una legión de jamones Joselito como testigos de nuestra conversación. A nuestro lado, un rosario de clientes que, además de pedir una caña o un vermú, hacen cola para llevarse a casa un puchero, unas alubias o algún otro de los platos que hay en formato delivery. Una fórmula que trajo la pandemia y que se ha quedado en algunos establecimientos. Por aquí arrancamos la conversación.

–¿Qué le gusta de La Mancha?

–Que es un sitio emblemático. Ver esos jamones colgando es gloria bendita. Me gusta su Palo Cortao y que en verano pongan gazpacho. ¡Y este arroz! (Risas, mientras damos buena cuenta de la primera tapa de la casa).

–¿Por qué le gusta ese vino?

–Te atiza en un sitio de la cabeza donde solo te da el Palo Cortao. No suelo beber nada dulce, que soy poco dulcero en general, pero este vino me disloca.

–¿Y los potajes de la casa?

–Me encanta el guisaíllo de ternera. Es como un plato de tu madre, pero con la ventaja de que no te lo tienes que terminar. (Risas). También el serranito clásico. Vengo mucho por las noches: aunque esté lleno, siempre encuentras un rincón.

–¿Se lleva comida a casa o es cocinitas?

–Soy cocinitas... cuando tengo novia. (Risas). Me salen bien las lentejas, los arroces o el potaje de habichuelas. Los platos de cuchareo. Los necesito y se me cae la lagrimilla con ellos. Si estoy soltero, no me preocupo tanto y como más fuera, en los bares.

–¿Le gusta el cuchareo también cuando sale de gira?

–Al principio no, pero a la primera resaca ya lo estoy buscando.

–¿Por qué 'Juerga y vino' como título de su disco más reciente?

–Es hacer lo que siempre se ha hecho: juntarte con los amigos de fiesta y que la música surja como algo espontáneo y natural. Es celebrar que estamos vivos, lo contrario a la cultura del evento, que siempre requiere de planificación y autorizaciones. Hace falta una sala y que te den permisos. Permisos del ayuntamiento, de tus padres, tus hijos o tu pareja. Es una tiranía tener que echar instancias para cantar. Deberíamos estar cantando todos, por las calles y en los bares.

–¿Dónde queda el célebre cartel de 'Prohibido el cante y escupir en el suelo'?

–Cuando se prohíbe algo es porque se hace. Una muestra espontánea de una forma de ser. Tendría que estar prohibido prohibir.

–¿Dónde y cuándo presenta 'Juerga y vino'?

–El sábado 18 de diciembre en otro establecimiento emblemático como 'La Tertulia'. Las entradas se pueden comprar a través de la plataforma Wegow. Allí se canta a pelo y todo suena mejor.

–¿Incluye algo de las Bodas Alquímicas?

–Sí. Son todo composiciones y letras propias y algo de eso hay.

–¿Cómo sería el banquete de esas bodas tan especiales?

–Algo mágico. Habría pollo que te hiciera invisible.Un tiramisú que fuera un amarre de amor o unas aceitunas mágicas que te permitieran levitar y volar. Alimentos que proporcionaran una experiencia inesperada y que tocara el alma. Algo poético.

–¿Con qué está ahora liado?

–Con antiguos romances de bandoleros. Ahí va uno: «Echa vino, montañés, que lo paga Luis de Vargas, el que a los pobres socorre y a los ricos avasalla». Es muy especial porque mi abuelo me cantaba otra versión que tiene que ver con mi apellido: «Echa vino, Montañés, y limpia bien los cristales, que venimos a beber cuatro amigos leales». (En ese momento, otro cliente de Bodegas La Mancha asiente y sonríe con generosidad, que ha reconocido la coplilla).

–Y sigue con sus generosas colaboraciones con otros músicos...

–¡Sí! Soy como el ajo: marido con todo. (Risas). Me gustan la batalla, el nervio y la aventura. Los desafíos. Es cansado, pero excitante.

–¿Nos dice otros de sus garitos?

–Entre semana, el Candela. También La Estrella, el Loop o el RuidoRosa. Eso sí, los fines de semana están imposibles y prefiero irme de Granada, a La Alpujarra, por ejemplo. Me gusta la Fuente de la Gaseosa. Ahora que todo es falso, mola que mane auténtica gaseosa de esa fuente. ¡Ahí lo dejo!

MENÚ DEGUSTACIÓN

  • Un ingrediente AOVE y azafrán en hebra

  • Un sitio para celebrar La Tertulia y La Estrella

  • Una tapa para abrir boca Migas y arroz

  • Una cocina internacional Mexicana

  • Dulce favorito Arroz con leche y chocolate

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