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pablo amate
Viernes, 4 de febrero 2022, 00:24
Desde hace pocos años, se ofrecen medias raciones del menú en algunos restaurantes. Esto ya lo habíamos inventado nosotros. La propuesta del bar siempre era: ... tapa, concha, media ración y ración. Menos las conchas de ensaladilla rusa de El Suizo. No confundir con la palabra ensalada, que se dedica a elaboración, como la internacional ensalada Cesar. Lo que confunden a las personas no estudiadas en gastronomía.
Clasificación y orden
Solo me refiero a Granada. Pues no se si esta escala se usa también en otros puntos de España. En la capital de la Alhambra, las barras «de ley» tenían su ritual. La tapa no se repite. Hay una primera, una segunda, así sucesivamente, según se reitere la convidada. Cuando gustaba mucho una tapa, se podía optar a una concha (véase la foto). El recipiente oval le da nombre. La siguiente opción es la media ración. La misma que se ha trasladado a la carta de los restaurantes.
Platos a media ración
Existen cientos de restaurantes que los arroces y otros, son mínimo para dos. Y lo mantienen. Mientras pedía hace 3 días, media de arroz socarrat con chipirones. Que permitió tomar un segundo. Y a veces hasta postre. Hace años en algunos restaurantes del País Vasco ya ofrecía esta posibilidad. Recuerdo a Fagollaga y unos pocos más. Evitando devastadores menús degustación de 10 o 20 platos. que abaten al comensal en la mesa y la puntilla por el precio
Vino por copas
Vino a mi memoria la exigencia de pedir, si se quería tomar vino con la comida, una botella entera. He pasado cerca de 50 años de mi vida, por trabajo, comiendo solo por todo el mundo. Y recurriendo a la cerveza, por no permitirme tomar el vino, por copas. Fue en Lucas Carton, corazón de París, que me dio por primera vez la sorpresa de poder empezar con una copa de champán, seguir con una de Chablis, un borgoña y rematar con un Burdeos. Ahora le toca a la comida. Asunto que va hacer ganar más dinero a la hotelería. No todos pueden llevarse la botella con lo que sobró.
Desasosiego a lo nuevo
La variación de la rutina cocineril, donde antes la hostelería y casas de comidas pasaban por generaciones familiares. No se cambiaba nada en la carta, en los vinos, la vajilla, copas, manteles y cubiertos. En el apartado vajilla y complementos, solo se modificaba cuando la firma proveedora informaba que ya estaba descatalogado «ese modelo». No queda más remedio que ir con los tiempos. Son millones las personas que viven solas, y no pueden pedir una paella para dos. Ni una botella entera. Cuídense.
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