Casa Guillermo ofrece platos suculentos en la ribera del río a su paso por Pinos Genil. PEPE MARÍN

Los mejores platos a la vera del río Genil en Granada

Es un placer que, en verano, se disfruta el doble. Recorremos tres restaurantes situados a orillas del Genil para descubrir una oferta gastronómica original y diferente

Viernes, 2 de julio 2021, 01:25

Oreja a la gallega. «La servimos sobre patatas, con aceite y pimentón. Como el pulpo, pero es la oreja del cerdo». Corre una brisa refrescante ... y el rumor de las aguas del río se escucha en primer plano más que de fondo. Estamos en Casa Chiquito, un clásico del entorno del Charcón, a las afueras de Güéjar Sierra, principio y fin de una de las rutas montañeras más conocidas y transitadas de la provincia: la mítica Vereda de la Estrella.

Publicidad

Me gustó esa transmutación de uno de los platos marinos por excelencia, el pulpo a la gallega, en una delicia gastronómica con la casquería como protagonista. ¡Y en un entorno igualmente acuático! Pero diferente. Que en el verano no todo es mar y océano.

El Genil se abre paso desde las altas cumbres de Sierra Nevada y, a su paso por el Charcón, aún baja joven y lozano, alborotado, aunque ya más tranquilo y sosegado. El Singilis de los romanos se convirtió en el Synyil de los árabes. Mil-Nilos sería su traducción. Y es que el Genil, cuyo caudal se nutre de numerosos afluentes, a su paso por la Vega de Granada nada tenía que envidiarle al río de los faraones, por la feracidad que dejaba a su vera.

Se está más que a gusto en la terraza de Casa Chiquito, donde ofician desde hace unos años David M. Bolívar y Patricia Guerrero al frente de un negocio con cuatro generaciones a sus espaldas. «Tenemos la oferta de siempre, pero también ofrecemos cosas nuevas y diferentes», explica Víctor. Migas, chorizo, morcilla, huevos rotos y patatas a lo pobre comparten espacio en una carta que también ofrece unas osadas mollejas de cordero con espárragos, setas y vieras, corvina a la manzanilla o un sensacional carpaccio de gamba roja.

Publicidad

Víctor M. Bolívar y Patricia Guerrero, a orillas del Genil, bajo su restaurante Casa Chiquito, en el paraje de El Charcón de Güéjar Sierra (arriba) | Víctor M. Bolívar y Patricia Guerrero, a orillas del Genil, bajo su restaurante Casa Chiquito, en el paraje de El Charcón de Güéjar Sierra | Oreja a la gallega, Casa Chiquito (abajo) JESÚS LENS

Víctor y Patricia encuentran su inspiración para platos tan poco convencionales de una forma tan sencilla como necesaria: Viajando. Cuando pueden disfrutar de unos días libres, se marchan a otras provincias para ver qué se está haciendo fuera de Granada. El plato de gamba, por ejemplo, lo encontraron en Bajo de Guía y lo adaptaron a su gusto. El salmorejo, que en verano sustituye a las famosas gachas picantes de la casa, se acompaña de una suculenta burrata que se deshace en la boca.

Ahora le toca el turno a las cerezas, uno de los cultivos por excelencia de Güéjar Sierra. Entre el 15 y el 25 de julio, Casa Chiquito ofrece un menú conformado por steak de ibérico con cerezas, carrilleras de cerdo en salsa de cerezas y crema de mascarpone con cereza y mango.

Publicidad

Mención aparte merecen los postres, caseros y cada uno más excitante que el anterior. La tarta de queso al horno, por ejemplo, es una locura. Desde la terraza del restaurante vemos una cabra montés en la ladera de enfrente. Parece decirnos que es hora de levantarnos y bajar al río y dar un paseo por los puentes colgantes que conducen al Barranco de San Juan para rebajar la comida.

Unos kilómetros más abajo, en Pinos Genil, igualmente a la orilla del río, Casa Guillermo lleva varias décadas sirviendo gloria bendita a su clientela. Durante la primavera ofrecía las mejores verduras de la Vega, compradas a diferentes proveedores para que estuvieran en el punto óptimo. Sus habas, alcachofas y espárragos son exquisitos. Ahora le toca el turno al tomate, también de la tierra. «Sabe a tomate de verdad, muy carnoso», señala Guillermo Cejudo.

Publicidad

Las Titas, a la vera del Genil a su paso por Granada. JESÚS LENS

En verano, Casa Guillermo tiene en su carta la oferta tradicional de un establecimiento popular, como la demandada tortilla de patatas casera, a la que añade su especialidad en choto, uno de los mejores que se pueden degustar. Estos meses dispone de parrilla para cocinar a la brasa de carbón diferentes cortes de carnes variadas, de la famosa de Kobe a la Pajuna de Sierra Nevada.

Y máxima atención a unos arroces de sabor hondo y poderoso. Por encargo, el de bogavante y uno de ave tan delicado que la carne casi se funde con el arroz. Sin necesidad de encargarlo previamente, el arroz estándar de la casa, con conejo, pollo y costilla de cerdo. Y todo ello en un enclave privilegiado, en el centro de un pueblo que lleva al Genil en su nombre y en su ADN.

Publicidad

Comer o cenar a la vera del río, en Casa Guillermo, permite relajarse y disfrutar de un descenso térmico de varios grados. Además de dos restaurantes diferentes, uno enfrente del otro, este joven a la vez que veterano emprendedor acaba de abrir El Refugio, un exquisito hostal de inspiración montañera cuyo emplazamiento permite descansar al arrullo del Genil.

El Genil sigue su descenso y entra en Granada. A su paso por el centro de la ciudad, encauzado y cementado a la espera de su ansiada renaturalización, refresca el ambiente de emplazamientos como Las Titas, que acaba de renovar su oferta gastronómica.

Noticia Patrocinada

La oferta de los restaurantes ribereños cada vez es más rica, amplia y variada en Granada

El famoso quiosco ofrece entradas frías a base de ahumados e ibéricos como jamón, caña de lomo, salchichón y otros, además de tomate 'pata negra' con alcachofas casa Rufino. Propio de Loja, el lomo de orza con paprika y maldón. Otros platos fundamentales son la ensaladilla rusa de langostinos con piquillo y melva o la verbena de canapés.

Como plato principal, el quiosco Las Titas, ofrece una amplia gama de carnes tanto de buey como de vaca. Piezas como el entrecot, el solomillo, la presa o el chuletón se puede degustar a la parrilla, o si se prefiere, estofadas, como las carrilleras dulces al brandy de Jerez. El bacalao a la vizcaína o con tomate para los más 'pescaderos' y para terminar, en los postres, el quiosco ofrece un buen surtido de helados italianos o una amplia selección de tartas de Cristina.

Publicidad

Este verano, además de asomarnos a la Costa Tropical, haremos bien en combatir el calor disfrutando de la oferta gastronómica de los restaurantes de nuestra provincia asentados en la ribera de ríos como el Genil. Un lujo cercano.

Perol de arroz caldoso con esturión en Riofrío. j. l.

Trucha, esturión y caviar en Ríofrío

De los muchos pueblos y pedanías que incluyen 'río' en su denominación, Riofrío es uno de los más conocidos. Muy cerca del pueblo, a escasos metros de su llamado Puente Romano, se encuentra el manantial de un río truchero por excelencia que, además, se ha hecho un hueco importante en el mundo de la acuicultura.

Gracias a la temperatura constante del agua surgida del nacimiento, Riofrío es famoso por sus truchas, sus esturiones ecológicos y el conocido como 'oro negro': el caviar. Si a ustedes les interesa su proceso de elaboración, hay visitas guiadas a la piscifactoría y degustaciones del producto, acompañado de cava y de vodka.

Además, resultan excelentes los guisos de cuchara con el esturión como protagonista, que su carne es sabrosa, compacta y jugosa. Un perol de arroz caldoso, por ejemplo, es una buena elección.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede a todos los contenidos el primer mes por 0,99 €

Publicidad