La merienda-cena se pone de moda por el toque de queda en bares y restaurantes

Este fin de semana cambian la hora. En primavera, como nos pilló confinados, nos trajo sin cuidado. Este otoño, sin embargo, que anochezca una hora antes puede convertirse en el gran aliado de la hostelería que, por mor de las circunstancias y por orden de las autoridades sanitarias, se ve obligada a dar cenas a las 20 horas en Granada. Antes, incluso.

En el momento de escribir estas líneas, bien lo saben ustedes, bares y restaurantes están obligados a cerrar antes de las diez, lo que condiciona sobremanera sus horarios y servicios. Porque sentarse a cenar cuando todavía es de día resulta poco atractivo y nada glamuroso.

Cambia la hora y, desde este domingo, a las ocho de la tarde ya es noche cerrada. Esperemos que eso anime al respetable a cenar fuera, aunque sea temprano, y siempre en locales que cumplan con todas las medidas de seguridad, separación e higiene exigidas por las autoridades. En estas circunstancias, es necesario que el cliente sea a la vez responsable y exigente.

¡Quién nos iba a decir que, a estas alturas de siglo XXI, iba a ponerse de moda un concepto tan añejo, tan viejuno, como el de la merienda-cena! Suena a cumpleaños de nuestros tiempos de EGB. A galletitas saladas, medianoches de mortadela con mantequilla y rebanadas de pan de molde con Nocilla de dos colores. Este 2020, el más extraño de nuestras vidas, nos devuelve a la merienda-cena, pero reinventada. La clave para disfrutarla: comer temprano a mediodía. Y comer poco, de forma que a eso de las siete y media empecemos a tener hambre. Gusa, al menos.

Las medidas dictadas en Granada y área metropolitana son temporales, pero los próximos meses serán complicados y seguirá el vaivén de medidas, cambios y exigencias. Acostumbrarnos a cenar más temprano no es mala cosa. Que ya lo dicen los nutricionistas y los expertos en cronobiología: hay que irse a dormir dos horas después de haber comido. Y eso, terminando de cenar pasadas las once de la noche, es incompatible con el necesario descanso que requieren cuerpo y mente.

Terminar de cenar temprano y dar un paseo camino de casa permite llegar al hogar, ver una película o una serie, leer un rato e irse a dormir en las mejores condiciones. Aunque no estemos acostumbrados, no hay por qué despreciar el horario guiri así como así. Puede que este 2020 tan loco hasta nos haga cambiar de costumbres. ¿Quién sabe?