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Jueves, 31 de diciembre 2020, 00:41
Aunque el invierno se instaló en todo el hemisferio norte hace ya diez días, en Granada ha tardado algo más en llegar el frío. La provincia lo siente ahora, a las puertas de un nuevo año que, como poco, se contempla con la esperanza de que sea mejor que el 2020, y bien saben a los pies de Sierra Nevada que cala hasta los huesos. También son conocedores los granadinos de que esa gélida sensación que recorre el cuerpo de pies a cabeza tiene el sabor dulce del que lo dotan las cafeterías, que en días grises, de brisa helada, dan cobijo a todos aquellos que se resisten a quedarse en casa.
Tras la reapertura de la hostelería en Granada, el desplome del mercurio hace emerger nuevamente la merienda como uno de los planes vespertinos favoritos en la provincia. Cualquiera de sus rincones es bueno para saborear el azucarado frío granadino. Entre los más populares se encuentran las sedes de Casa Ysla, uno de los establecimientos tradicionales. Allí tienen claro que hasta el roscón todo es Navidad, así que continúan exprimiendo los dulces típicos de estas fechas, que se venden «incluso en Nochevieja», según indicó a IDEAL Sergi Serra, director de desarrollo de la empresa.
La campaña navideña decora las vitrinas de las cafeterías Ysla con formas y sabores que se escapan de lo habitual. Uno de los dulces más llamativos es 'el gorro de Papá Noel', que bajo dicha forma esconde «un tronco de Navidad, muy típico en estas fechas», como revela Sergi. «Los troncos tradicionales son unos brazos de gitano que hemos decorado con cosas navideñas. Eso ha ido evolucionando a formas geométricas divertidas que recuerden a la Navidad. Nosotros tenemos también un Igloo», profundiza. También ofertan tres turrones con motivo de estas fiestas: «Uno de almendra, otro de pistacho y otro de chocolate blanco con frambuesa». Y todo ello acompañado de polvorones y mantecados, «con un envoltorio que recuerda a los azulejos de la Alhambra».
«Los que se llevan la palma y los que más gustan son tanto el tronco de nata y chocolate como el tronco de turrón», sostiene el director de desarrollo de Casa Ysla, quien también admite que son «los más tradicionales. Sin embargo, los granadinos no olvidan al clásico de Santa Fe. «El pionono está presente durante todo el año, pero en estas fechas los dulces navideños se ponen a su altura en ventas», señala, para concluir que «se complementan». En la también típica Casa Pasteles, la remesa navideña 'voló'.
«Tenemos las vitrinas vacías», indicaron a IDEAL desde el obrador albaicinero el pasado 21 de diciembre, y así siguen ahora. «Han arrasado», asegura Fernando Aguilar, gerente, al otro lado de la barra, desde donde también atiende continuamente al teléfono, aunque para transmitir la negativa: «Ya no quedan», responde. La oferta usual continúa ofreciendo un plan para cobijarse del frío a los granadinos, que gotean por el establecimiento. Sin pasteles navideños, triunfan los roscos y, sobre todo, los milhojas, que se acaban en apenas media hora de visita de este periódico.
El de Kinder es el último en agotarse; antes, lo hicieron los de crema y los de chocolate, por los que pregunta una clienta, que se quedó con las ganas. Volverán a partir del 31 los dulces festivos, como los roscones, los troncos y los tocinos de cielo. También las tartitas de nata y almendra, otro destacado, según el gerente de Casa Pasteles, quien también resalta los llamados pasteles del 'caballico' –también de nata y almendra–.
Al borde del centro de Granada, la cafetería Flamboyant se ha convertido en lugar de reunión habitual para vecinos y visitantes del área metropolitana. En su interior, repleto pero respetando las medidas de seguridad, los dulces se reparten por las mesas. «Lo que más se vende en estas fechas son los troncos de Navidad, en especial los días 24, 25 y 31 de diciembre», señala María Fernández, la encargada, quien también puntualiza la popularidad de los roscones y de su suflé, «muy característico». «Es una bombita muy suave y entra muy bien, en especial, tras cenas copiosas», agrega, revelando la compaginación de la consumición en el local con el 'take away'.
Los troncos triunfan también en la cafetería. «Los troceamos y se venden muy bien, así como toda la pastelería ordinaria, la que tenemos normalmente, y las porciones de suflé. También están teniendo éxito los brazos de gitano, incluso el tipo 'gold', que es el nuevo que hemos sacado ahora», señala, para explicar seguidamente que este último se compone de chocolate, caramelo y un toque de sal. La estrella es un tronco variado, compuesto por tres mezclas distintas: trufa con chocolate, nata con trufa y nata con yema de huevo.
«No es la locura de otros años, pero está yendo bien. Aunque sea en pequeñas reuniones, la gente no deja de juntarse. Sobre todo, se vende para llevar», subraya María, quien agradece la posibilidad que les ofrece su terraza. «Eso es un desahogo, pero no es lo mismo ahora porque hay gente que tiene mucho miedo a entrar a los sitios», abunda. No obstante, es optimista: «Estos días siempre animan a salir».
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Miguel Pérez, Josemi Benítez (GRÁFICOS) e Isabel Toledo
Óscar Beltrán de Otálora, Gonzalo de las Heras e Isabel Toledo
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