Isabel Márquez reivindica las vistas de Granada en la terraza del hotel Alhambra Palace. Ramón l. Pérez

Una Alhambra con... | Isabel Márquez, astrónoma del IAA

«Metes ingredientes en la cabeza y cocinas ideas»

Extremeña afincada en Granada, mira a las estrellas con los pies bien asentados en la tierra. Ama la cocina francesa y reivindica la dehesa como modelo de sostenilidad

Jesús Lens

Granada

Jueves, 27 de julio 2023, 23:16

Quedamos en un sitio de altura: el hotel Alhambra Palace, cuya terraza ofrece unas perspectivas impagables de Granada. Mientras conversamos con IsabelMárquez, vicedirectora de ciencia del Instituto de Astrofísica de Andalucía y directora científica Severo Ochoa IAA; César García, atento metre del restaurante, no dejará de sacar algunas de las elaboraciones de Esaú Hita, el jefe de cocina. Cuando escucha que Isabel cada vez es más vegetariana gracias a la influencia de sus hijos, César servirá exquisitos bocados 'verdes'.

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–¿Por qué, elAlhambra Palace?

–Al mudarme al Realejo lo veía en la distancia, con ese aspecto tan imponente, y cuando lo visité por primera vez me impresionó más aún por dentro. Me encanta su terraza y las vistas que ofrece.

–En el IAA reciben a muchos científicos de fuera. ¿A dónde les llevan a comer?

–En Granada es fácil hacer disfrutar a la gente. Por las tapas, que les encantan y es un valor que no se debe perder. Y por los restaurantes con buenas vistas para percibir la belleza de la ciudad. Las terrazas del Bar Ranco o de Casa Antonio, con unas perspectivas muy diferentes de Granada o, en el Albaicín, Aljibe de Trillo y El Agua, donde ponían aquellas fondues tan ricas, que antes apenas se conocían en Granada.

–¿Qué otros sitios le gustan?

–Como soy de Badajoz, me considero persona de ciudad de río grande. Me gusta el Nagare, a orillas delGenil, por Puente Verde, y los restaurantes de Pinos Genil, comoLos Cazadores o Casa Guillermo, donde hace tanto fresco. Pero como mi marido, César, es tan buen cocinero, muchas veces nos quedamos en casa.

–Trabaja con galaxias muy lejanas. ¿Cómo ve el aquí y el ahora?

–Con otra perspectiva. Sirve para relativizar, que somos algo minúsculo. Y también para apreciar lo que tenemos en este planeta, nuestro ecosistema. Debemos ser conscientes de lo que tenemos. Somos una especie capaz de hacernos preguntas. Por ejemplo, si hay vida inteligente ahí fuera. No lo sabemos. Por eso debemos luchar por preservar la vida aquí, por nosotros y por el resto de especies. Hay científicos, como Neil deGrasse Tyson, que recuerda que si queremos llegar a recrear las condiciones de vida en la Tierra en otros planetas, debiéramos centrarnos en el aquí y el ahora y usar esa tecnología en nuestro propio planeta.

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–¿Se usan símiles culinarios en la divulgación científica?

–¡Y en nuestro lenguaje cotidiano, que no paramos de hablar de canibalismo galáctico, de cómo las galaxias se acosan entre ellas, se tragan o se alimentan! Hay que usar el lenguaje de la calle. Por ejemplo, me gustó y he regalado mucho el libro 'Un cometa en la coctelera', de Florian Freistetter, que relaciona la astronomía con diversos aspectos de nuestra vida cotidiana. Muy recomendable para personas con curiosidad, aunque no tengan base científica. En realidad, nuestro cerebro sirve para cocinar ideas, cuando pones los ingredientes en la cabeza y dejas que se vayan cociendo.

–¿Cómo se come en Calar Alto o Sierra Nevada?

–A Calar Alto se llega sin problemas casi todos los días del año. Tiene unas cocinas espectaculares. En Sierra Nevada se hace un gran envío de alimentos no perecederos antes de que caigan las primeras nieves y, después, se reponen los frescos los lunes.

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–¿Algún otro radiotelescopio?

–Hawai, a 4.000 metros de altitud. Antes de ir a estos lugares hay que hacer una prueba de esfuerzo para ver cómo se comporta el cuerpo. Debo decir que Hawai me pareció completamente colonizado por la cultura estadounidense, con esas hamburguesas gigantes. En el otro extremo está el parque temático del aloha y los collares de flores. Muy contradictorio.

–Volvamos a casa. ¿Dónde compra el jamón extremeño aquí?

–En Casa Diego. Aunque en casa cada vez somos más vegetarianos, cuando viene alguien siempre hay jamón de nuestra tierra. Soy una gran defensora de la dehesa, como paisaje y como modelo de sostenibilidad, por la convivencia de las personas y el entorno natural. Es maravilloso llegar y empezar a ver aves: águilas, milanos... Y la belleza efímera de la primavera, multicolor con miles de flores.

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