La microbiota, el colaborador silencioso

Microorganismos diversos como bacterias, hongos e incluso virus habitan en nuestros intestinos con funciones claves para la salud

javier aranceta

Viernes, 4 de octubre 2019, 01:11

Los científicos lo han etiquetado como el «órgano silencioso», pero en realidad la microbiota intestinal está formada por cerca de dos kilos de microorganismos diversos con funciones claves para la salud que debemos de conocer y cuidar, en especial con alimentos concretos y en ocasiones, con el aporte de algunos componentes como los probióticos o prebióticos. Los microorganismos que habitan nuestro aparato digestivo, y en especial el tramo del colon, incorporan multitud de variantes de organismos vivos, la mayor parte bacterias, pero también hongos, e incluso virus. De la cantidad, equilibrio y variedad de estos microorganismos dependerán en gran medida nuestra salud intestinal, el estado nutricional, el equilibrio emocional y la salud en general.

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Existen indicios de que en la fase fetal podría iniciarse la colonización bacteriana del intestino que tendrá un primer momento clave durante el parto, con flora diferencial si el parto es vía vaginal o por cesárea. También tendremos diferencias importantes en la composición microbiana si hemos sido alimentados con lactancia materna o con lactancia artificial. Estas primeras fases ambientales y alimentarias posicionan un biotipo característico que irá evolucionando de manera más o menos favorable con la edad según el tipo de alimentación, estilo de vida, consumo de antibióticos y otros medicamentos o sustancias.

Hoy sabemos que existe una importante conexión entre el cerebro y la funcionalidad intestinal a través del denominado eje 'intestino-cerebro'. El tipo de microbiota y la síntesis de determinados neuromediadores pueden condicionar el estado de ánimo y la salud mental, pero también los estados emocionales de causa externa van a condicionar la funcionalidad, las sensaciones percibidas y la tipología de la microbiota (estrés por exámenes, pérdida de un ser querido, enamoramiento...).

Dosis bajo prescripción

Existen en el mercado una importante variedad de productos con microorganismos vivos (probióticos), en ocasiones acompañados de componentes que ayudan al mantenimiento de la microbiota (prebióticos), e incluso con algunas vitaminas o minerales concretos. La mayor parte de estos productos tienen un efecto positivo en la prevención o en el tratamiento de las diarreas inducidas por diferentes causas: del viajero, secundaria al consumo de determinados antibióticos, infantiles de causa diversa, etc. También podemos encontrar formulaciones específicas orientadas a apoyar el tratamiento de otras patologías como eczemas, alergias, obesidad, síndrome metabólico, problemas digestivos e incluso tratamientos tópicos como la vaginitis, con resultados modestos pero prometedores a medida que avanza la investigación en este campo.

Es importante señalar que el efecto potencial de cada microorganismo o microorganismos incorporados a las formulaciones dependerá siempre del tipo de cepa, de la dosis del microorganismo en cada toma y de la duración del tratamiento. Siempre bajo la prescripción u orientación de un profesional de la salud. El efecto prebiótico de crecimiento y mantenimiento de microorganismos favorables en nuestra microbiota se puede conseguir a partir de suplementos, pero con mayor facilidad a partir de la alimentación adecuada y de algunos alimentos concretos.

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Alimentos favorables

Veamos un panorama general que nos ayudará a mantener una microbiota más diversa y saludable. Las carnes rojas, los embutidos, los alimentos o bebidas azucaradas y los alimentos muy procesados no favorecen este objetivo y por lo tanto, habrá que moderar su consumo. Si forman parte de nuestra dieta, la recomendación sería consumir menos cantidad, con menor frecuencia y de muy buena calidad.

Los alimentos más favorables son las frutas, las verduras y hortalizas de todo tipo. Sumar al menos cinco raciones al día, mejor a partir de variedades de temporada y de cercanía más o menos flexible. Interesantes las aportaciones de las legumbres, arroz integral, harinas y panes de harinas de grano entero, mejor elaborados con masa madre.

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Algunos alimentos tienen un efecto específico e interesante, como pueden ser los yogures naturales, el kéfir, el chucrut, los encurtidos y en general, todos los fermentados. También son recomendables las especias y hierbas aromáticas (clavo, romero, tomillo, orégano, cúrcuma etc.), el cacao puro y el aceite de oliva virgen extra en crudo. Para redondear los aportes positivos sería necesario caminar unos 10.000 pasos al día, cumplir un horario de sueño regular no inferior a siete horas y evitar el consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación, en especial en horario nocturno.

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