Los momentos dulces de Eduardo Peralta
El anterior director de IDEAL, Eduardo Peralta, entre otras muchas actividades, dirige el Aula de Cultura, pero ha ganado en tiempo para disfrutar de postres y dulces
Jesús Lens
Viernes, 19 de diciembre 2025, 18:31
Da gusto sentarse a compartir un café tranquilo y sosegado con Eduardo Peralta y poder hablar sin prisas. Aunque el anterior director de IDEAL no ... para de hacer cosas que, entre otras muchas actividades, dirige el Aula de Cultura del periódico, ya no lleva el vertiginoso ritmo de antes y en la conversación se trufan libros, películas, series y esos momentos dulces que da gusto compartir.
Para empezar, una aseveración que comparto al 100%: «me gusta cerrar un buen almuerzo o cena con un dulce más que con fruta. Y es que esos buenos postres caseros tienen un gran valor gastronómico». Efectivamente y aunque a veces podamos pecar de golosos, «a nadie le amarga un dulce y el azúcar también desempeña un papel importante en la dieta».
Hablando de postres caseros y de recuerdos dulces, Eduardo se retrotrae a su infancia y a esos sabores inolvidables a la vez que imposibles de encontrar fuera del calor del hogar familiar: aquellas fuentes de arroz con leche que preparaba su madre y que rebañaba con su hermano y los flanes de huevo que, de tan bien hechos, no se rompían al voltearlos.
Volviendo al aquí y al ahora, Eduardo Peralta es un cliente fiel de Tartas Cristina. «Me gusta todo lo que hacen, de las famosas Lágrimas de Boabdil a su tarta de queso y la Red Velvet elaborada con frutos del bosque». Esta vez se lleva una selección de sus diferentes dulces para descubrir nuevas posibilidades. Y en su memoria más cercana, un tiramisú que prepara una amiga y que siempre es motivo de alegría y celebración en su casa cada vez que hay una comida o una cena compartidas.
En la conversación surgen aquellos postres ahora llamados 'viejunos' que tan de moda estuvieron durante un tiempo, como la tarta al whisky, una de las favoritas de su suegro, y aquellos inefables 'pijamas' hechos con helado, flan y melocotón en almíbar.
Y una tradición muy periodística: llevar pastas o pastelitos a la redacción de IDEAL los días 25 de diciembre y 1 de enero para acompañar el cava y brindar. Días muy familiares que, sin embargo, tocaba pasar al pie del cañón y que siempre era un gusto endulzar con los compañeros a quienes también les tocaba trabajar.
Terminamos recordando los dulces típicos de Semana Santa. «Mis consuegros Conchi y Antonio preparan Flores Fritas, un hojaldre magnífico. Y me gustan clásicos como las rosquillas y los pestiños. En Navidad, el Roscón, por supuesto, pero el tradicional, sin rellenos de nata o chocolate… ¡y con su fruta escarchada!».
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