Novedosa cata de perfumes y vinos en El Patio de los Perfumes de Granada

Una cata de vinos tiene tres fases claramente diferenciadas. La primera, visual. ¿Qué color presenta el vino? ¿Cómo contrasta con el blanco del mantel? ¿Qué lágrima presenta en la copa?

La segunda fase es olfativa, comenzando por el corcho de la botella. Después, sin agitar el vino en la copa, metemos la nariz y olemos, buscando los olores primarios más propios de la uva, tratando de identificar su naturaleza más frutal y vegetal. Al agitar ligeramente la copa, el vino entra en contacto con el oxígeno y desprende otros aromas, los secundarios. Una nueva sacudida a la copa, esta vez más enérgica, hará que afloren los aromas terciarios, ese bouquet tan difícil de identificar.

Después llegaría la tercera fase, la gustativa, pero hoy nos detenemos en este punto, que le vamos a dedicar toda la atención a la fase olfativa gracias a una iniciativa singular e inédita, impulsada por la bodega Anchurón, de Darro, y por El Patio de los Perfumes: una cata de vinos y perfumes que se celebrará el próximo miércoles 12 de febrero, a las 19 horas.

El sentido del olfato es uno de los menos academizados en la sociedad contemporánea. De ahí que los participantes en esta pionera propuesta vayan a poder disfrutar de una sesión ilustrativa, con obsequio de un estuche de aromas del vino 'Le nez du vin', valorado en 25 euros. Una jornada en la que los participantes podrán afinar el olfato –y el gusto– con la cata de tres vinos de la bodega Anchurón.

Fanny Testa, propietaria de El Patio de los Perfumes, nos señala que la jornada está dedicada a la identificación de los aromas de cada vino, muy diferentes entre sí. «En un entorno perfumado como el nuestro, donde trabajamos con diferentes materias primas para la elaboración de perfumes, queremos estrechar lazos con el mundo del vino, en el que el aroma es tan, tan importante».

Además, sus perfumistas aprovecharán para crear un elixir inspirado en los vinos que conformarán la cata. «La diferencia es que los vinos se terminan bebiendo y los perfumes no.Excepto en el caso de Napoleón, que se bebía su agua de colonia», nos recuerda Fanny.