Cómo hacer paletas de helado de frutas tropicales

La clave de las paletas es que son artesanales y están realizadas con productos naturales. Se trata de una nueva línea de negocio emprendida hace cinco años para quitar al público la idea de que comer un helado es pecado, un sambenito muy arraigado entre la gente. En Nordwik aprovecharon las bondades de la Costa Tropical granadina para crear un helado que, al morderlo, fuera «como si le dieras un bocado a un mango», señaló Peñalva.

La base de estas paletas es, por tanto, la fruta natural. La empresa tiene una planta de transformación de la fruta donde se pela automáticamente y se hacen diversas mezclas. Cada vez se emplea más producto ecológico y muchas de las paletas, o no llevan azúcar, o lo hacen en una cantidad mínima.

La fruta viene, en gran medida, de la provincia de Granada, con limones y naranjas de El Valle de Lecrín, los mangos y chirimoyas de la Costa Tropical o los melocotones de Purullena. La frambuesa, por ejemplo, viene de Huelva. Se busca un producto fresco, que se procesa de año en año.

Durante el taller, el equipo de Peñalva preparó una paleta tropical con manzana, mango, coco, granada y pitaya. Bien mezcladas las frutas y trituradas antes de congelar.

Además, Nordwik sigue fabricando sus helados. Por ejemplo, su famosa tarta al whisky con la yema quemada, vainilla, biscuit… Durante el taller, se preparó una base de helado a base de huevo, nata, leche, azúcar, mantequilla y canela. Se mezclaron los ingredientes con la varilla hasta obtener el bouquet y la textura precisas. A partir de aquí, tras una pasteurización a 56 grados por seguridad alimentaria y después de 24 horas en una cuba de maceración, se le añaden los topics a esa base helada. Oreo en este caso, que ahora se demandan mucho esos sabores tan elaborados.