«Adoro la verdura, no tendría problema en ser vegano»

Nos citamos con Thomas Bropleh, que habla un castellano más que aceptable, en el Monti, frente al Palacio de los Deportes. Cada día prepara el almuerzo a los jugadores del Covirán Granada. Casualmente, la tapa que acompaña a la cerveza es una hamburguesa.

–¿Se come tanta comida basura en Estados Unidos como pensamos?

–Las hamburguesas de las grandes cadenas son incluso más grasientas que las de España, pero hay cocinas muy variadas, diferentes y ricas, como la cajún de Nueva Orleans. El gumbo está exquisito.

–Como trotamundos que ha jugado en diferentes países, repasemos sus gastronomías. ¿Alemania?

–Me gustó mucho su cocina de influencia turca. Y las bratwurst, por supuesto.

–¿De Portugal qué destacaría?

–El pollo asado con arroz y sus salsas.

–¿Y de Francia?

–Su pan, increíble. Todas las mañanas desayunaba pan con huevos.

–¿Es el desayuno su comida más importante del día?

–Sí. Me tomo el desayuno muy en serio. Preparo leche de avena con plátano, calentada en la hornilla. También tomo avena como cereal y tostada con guacamole y cebolla. Además, zumo de tres naranjas..

–¿Y después a entrenar?

–Sí. Pero si me toca entrenar temprano, me tomo el desayuno después sin problemas.

–¿Para almorzar?

–Lo que hayan preparado en el Monti. (El restaurante tiene un convenio de colaboración con el club y prepara comidas sanas y naturales para los jugadores del equipo). Me gusta comer variado, pero sobre todo mucha verdura y fruta. Algo de pollo o ternera, huevos algún día... Me gusta cuidar la alimentación y sentirme bien.

–Y llegamos a la cena.

–Verduras al horno. Es lo que más disfruto. Calabacín, pimientos de tres colores... y pico de gallo, una salsa para los tacos que hago con tomate, cebolla roja y cilantro y zumo limón. De hecho, pedí una cocina que tuviera horno cuando vine a Granada para poder cocinar, que el microondas no me gusta tanto.

–¿Cocina para sus compañeros de equipo?

–En Navidad cenamos juntos Alex Murphy, Bamba Fall y yo; que no pudimos reunirnos con la familia. Les preparé unos macarrones con queso, pollo y un puré de patatas que fueron memorables. (Risas). Un menú de Navidad completo.

–Hablemos de la gastronomía española.

–En Galicia, la primera vez que vi un pulpo en el plato, pensé que era una broma de mis compañeros. (Risas). Pero me gustó. Más frito y crujiente que cocido, eso sí. En Sevilla, me hice fan del solomillo al güisqui. Como me gusta tanto la verdura, llegué a estar 45 días seguidos comiendo vegano, pero me di cuenta de que estaba perdiendo músculo... y echaba de menos ese solomillo, así que rompí el ayuno. (Risas).

–¿Se imagina como vegano, cuando deje el baloncesto?

–Sí. Adoro la verdura. No tendría ningún problema.

–¿Y qué destaca de Granada?

–Las albóndigas, pero apenas salimos a comer fuera por los protocolos de la covid–19. Tenemos que protegernos.

–Su madre es de Liberia. ¿Le prepara en casa platos tradicionales de su tierra?

–¡Sí! (Expresión de nostalgia y añoranza en su rostro). Lo primero que prepara cuando llego es el 'palm butter', un guiso de carne con pollo, ternera y pavo ahumado denso y contundente, con salsa. Es un plato de mi infancia. También el 'jollof rice', un arroz que se toma en celebraciones familiares, como la paella enEspaña. Y las 'casavva leaves', hojas de una planta tradicional de Liberia que se preparan con salsa y carne. Otro guiso denso y fuerte.