Pilar del Olmo en la cocina del Ranchito Mexicano, restaurante que dirige desde hace tres décadas. Ideal
Con Nombre Propio | Pilar del Olmo

La pionera de la comida mexicana en Granada

Pilar del Olmo es el alma del Ranchito Mexicano, un restaurante que introdujo la comida mexicana en Granada hace 30 años

Alberto Flores

Granada

Jueves, 10 de marzo 2022, 23:43

Que un restaurante llegue a cumplir los 10 años es bastante complicado. Que alcance los 20 todavía más. Pero que pueda presumir de cumplir tres décadas al servicio de sus comensales es algo al alcance de muy pocos sitios en Granada. Uno de ellos es el Ranchito Mexicano, que este mes de marzo celebra su 30 aniversario. Más de 10.000 días desde que comenzaron a ofrecer gastronomía mexicana en la ciudad, algo en lo que fueron los primeros y que sirvió para abrir la puerta a un mundo nuevo de sabores.

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Al frente de este negocio está Pilar del Olmo, una granadina que se encarga de ofrecer los sabores mexicanos más auténticos cada día con la ayuda de sus hijas Citlalli y Michelle. «Para mí es un gran orgullo personal haber alcanzado un reto que no estaba en mis planes», responde Pilar al ser preguntada por lo que supone llegar al 30 aniversario. Una dilatada trayectoria que ha tenido momentos de todo tipo y que, como ella misma reconoce, le ha servido para encontrar lo que realmente le gusta.

Para conocer la historia del Ranchito Mexicano es imprescindible conocer la de Pilar. De muy joven, con a penas 19 años, se marchó a San Francisco de au pair tras cursar un FP de Técnico Administrativo, una experiencia que le cambió la vida. Allí tuvo la oportunidad de continuar sus estudios y se formó en contabilidad e informática. Sin embargo, tenía muy claro que su vida no estaba allí y quería volver a su tierra. Se enamoró de un mexicano y a los 5 años regresó a Granada junto a él y a la hija que habían tenido en común. «Empecé a trabajar de lo que me había formado al volver aquí pero me di cuenta de que ser secretaria no era para mi, habría sido mejor formarme algo relacionado con la cocina», reconoce.

Fue entonces cuando se les ocurrió la idea de montar su propio restaurante. «En aquel entonces nadie sabía lo que era un taco, un burrito o el guacamole. Siempre tuve el gusanillo de la cocina, pero jamás pensé dedicarme a ello». Sin embargo, empezó a cocinar y no lo hacía nada mal gracias a todo lo que había aprendido de sus cuñadas y familiares mexicanos. De hecho, eso fue lo que permitiró que el negocio comenzó a funcionar tras unos inicios realmente complicados. «Me siento pionera de la comida mexicana, quién me iba a decir que yo iba a introducirla en Granada», reconoce Pilar, que relata con orgullo cómo, tras la apertura de su restaurante, ahora hay cerca de una veintena de locales de comida mexicana en la ciudad. «Por aquel entonces era muy difícil porque no encontrabas nada mexicano que comprar. Muchas cosas teníamos que comprarlas en Oviedo y por las noches teaníamos que quedarnos haciendo las tortas de trigo y maíz».

Después una etapa con su hermano y su cuñada en la cocina y ella en la sala, en 2011 decidió volver a meterse en la cocina y poco después comenzó a trabajar mano a mano con sus hijas. «Hemos formado un gran equipo. Yo confío en ellas y ellas en mí, cada una tenemos nuestra parcela». Pilar se encarga de la cocina, Citlalli del marketing y la gestión del comedor y Michelle de la parte financiera. Un trío que funciona a la perfección y que hace que, hoy por hoy, Pilar se sienta «totalmente realizada». Aunque la granadina tiene claro que es algo que no durará para siempre: «Mis hijas tienen sus carreras y sé que su futuro no va a estar en el restaurante. Llegará una nueva etapa». Una como la que viven desde después del verano de 2017, cuando decidió cerrar el negocio temporalmente para marcharse a México y recorrer el país, de norte a sur, para tomar clases de cocina, conocer los mercados y empaparse todavía más de su gastronomía. Algo que le permitió volver «totalmente renovada» y que le sirvió para cambiar por completo la carta del restaurante.

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Tras 30 años en los que se ha ganado el cariño de sus comensales, Pilar reconoce que todavía no ha pensado mucho en el futuro. «Me gustaría buscar otra vuelta de tuerca y marcarme nuevos retos», porque si algo tiene claro es que, como durante toda su vida, no quiere quedarse estancada. «Me encantaría volver a México y quizá darle otro cambio al restaurante».

Platos especiales por el 30 aniversario

Con motivo de su 30 aniversario, Pilar preparará durante todos los fines de semana platos especiales para celebrarlo por todo lo alto. Para comenzar el mes preparó un Mole Oaxaca, mientras que desde hoy es el turno del pozole. Para el 18, 19 y 20 de marzo cocinará unos chiles poblanos y cerrará el mes con un aguachile para el último fin de semana de marzo. Platos con unidades limitadas de la comida mexicana más auténtica para los que resulta recomendable reservar con antelación.

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