Tu plato te protege frente al coronavirus

Ha llegado un otoño que parece invierno, pero no se preocupe. Todavía tenemos tiempo de disfrutar de una naturaleza ocre, hojas que caen y bandadas de pájaros (fíjese bien y las verá) sobrevolando nuestras cabezas. ¡Qué bonito! Pero también es la hora de catarros y resfriados, que en medio de una pandemia como la que vivimos pueden jugarnos una mala pasada. Lo recuerdan los médicos Antonio Escribano Zafra y Antonio Escribano Ocón, que han publicado un libro muy didáctico, 'Potencia tus defensas', en el que hablan, entre otras cuestiones, de la capacidad de la alimentación para reforzar nuestro sistema inmune.

Comer bien es un placer y también salud. Este es el decálogo de los Escribano, padre e hijo, para poner a punto las defensas ante la llegada del frío. Tome nota.

1. Higiene personal. Recuerde que, en salud, no hay fórmulas mágicas. La alimentación ayuda, pero toda receta preventiva debe comenzar por mascarilla, distancia de seguridad y lavado de manos frecuente. Y aún hay más: «no olvide» ventilar su vivienda cada mañana. Su sistema inmune lo agradecerá.

2. Infórmese bien sobre cómo funciona el sistema inmune. Vacunarse es siempre la mejor opción. Déjese de cuentos.

3. Coma sano e hidrátese. Ambas condiciones son la base para que el organismo funcione a la perfección. «Por muchos alimentos específicos que añadamos a la dieta, si la alimentación no es equilibrada, su efecto será mucho más reducido».

4. Consumo equilibrado de proteínas (carne), aminoácidos (pescado y marisco) y lípidos (grasas). Vigile el consumo de azúcar, que puede alterar las defensas. Eliminar de la dieta la proteína de origen animal constituye «un gran error»: afecta a la producción de linfocitos T, de anticuerpos y a la fagocitosis, un proceso celular de enorme importancia en la defensa frente a las infecciones.

5. Vigile la ingesta de vitaminas A, B, C, D y E. Están en los alimentos. No las busque en pastillas y complejos vitamínicos, salvo que se lo indique su médico,

6. Necesitamos minerales y los mejores para nuestras defensas son zinc (pescado, cangrejo, chocolate negro), selenio (sardinas, huevo, marisco), hierro (carne roja, hígado, legumbres) y cobre (hígado, frutos secos, cereales, chocolate).

7. Cuide su flora intestinal. La llaman microbiota. Gran parte de nuestro sistema defensivo se sitúa en las tripas. Evite el alcohol, el tabaco y otras drogas que la deterioran seriamente.

8. Duerma lo mejor que pueda. Reconozca al sueño su valor. «Recortar alegremente su tiempo nos expone de forma importante» a sufrir una infección.

9. Controle el estrés y la ansiedad. Su control es también una cuestión de actitud. La manera en que nos tomamos las cosas influye en nuestra salud, pero ojo:no banalice la depresión. Sentirse contrariado no es lo mismo que verse incapaz de afrontar la realidad por una tristeza tan profunda que te paraliza la vida y el alma.

10. Luche contra el sobrepeso y la obesidad. No sólo la posibilidad de contraer una infección es mayor entre quienes tienen exceso de peso, sino también su pronóstico y evolución. Es para pensárselo.

Estos diez mandamientos se resumen en dos: dieta mediterránea (ejercicio incluido) y felicidad. Por intentarlo no se pierde nada.