Tentadoras propuestas gastronómicas de los hoteles 5 estrellas de Granada

De un tiempo a esta parte, algunos de los mejores cocineros contemporáneos ofician en los fogones de los establecimientos hoteleros más señeros de las ciudades y pueblos de España. En Granada, cada vez más hoteles hacen una decidida apuesta por la restauración, abriendo sus restaurantes, bares y cafeterías a la ciudad. El hotel Barceló Granada Congress, además de su Lounge Bar, alberga el restaurante Arrozante, con entrada propia desde la calle, con el arroz como base. Más de veinte propuestas de paellas conforman el grueso de una carta que permite disfrutar desde las valencianas más tradicionales o la del señoret a arroces caldosos o melosos como el de bogavante, el de choco con calabaza o el de rabo de toro. Y un apartado muy especial para otra joya de la gastronomía levantina, las fideuás. El Grupo Barceló eligió a Granada como ciudad pionera para la puesta en marcha de Arrozante, que contó con el asesoramiento de dos de los mejores maestros arroceros de nuestro país: Carlos Otaola, del Restaurante Otaola de Sevilla; y José Luis Chaparro, del Restaurante Casa Chaparro de Valencia, cuyos establecimientos han recibido prestigiosos premios gastronómicos a nivel nacional e internacional.

Para los entrantes, Arrozante apuesta por los productos de cercanía y kilómetro 0, productos de mercado que aprovechan la riqueza gastronómica de nuestra tierra. Entre las novedades de esta temporada: las papas aliñás al estilo andaluz, desarrolladas con Carlos Otaola. También habrá salmorejo con perdiz escabechada, ensalada de aguacate y croquetas de langosta. Arrozante elige cada semana un arroz especial que pone en oferta. Si los precios medios oscilan de los 12 a 16 euros, el arroz de la semana se vende a 10 euros. Este fin de semana, el de alcachofas y boletus, aprovechando la temporada, es la opción.

Cuando hace buen tiempo se puede disfrutar del Jardín de Aixa, un patio de estilo nazarí con fuentes y naranjos, y terminar la comida con un café, infusión o copa en la terraza del hotel, recién inaugurada, para admirar vistas panorámicas de la ciudad. Además, ofrecen la posibilidad de llevar el arroz a casa y devolver la paella a lo largo de la semana.

Rafael Arroyo, chef del restaurante El Claustro, enclavado en el hotel AC Santa Paula, siempre ha defendido que su cocina condensa en la mesa lo que los clientes alojados en el hotel han estado viendo durante sus visitas turísticas y culturales. Una cocina con raíces que apuesta por la tradición nazarí. Una reinterpretación en clave contemporánea del recetario histórico de Granada.

En esta nueva temporada, El Claustro seguirá esa misma filosofía, basada en el producto granadino, pero haciendo una especial adaptación al público local. Sin perder la esencia, se quiere abrir más a Granada. Además de su proverbial menú degustación, entre las propuestas a la carta se encuentran los mejores productos de Motril, los más frescos: lubina salvaje con ajetes y jugo de sus espinas, jurel braseado con sopa picante de hierbas, sepia frita, pulpo brasa y corvina con mojo.

«Serán sabores menos sofisticados, más accesibles, con sus toques asiáticos». Carne de vaca pajuna de Sierra Nevada, cerdo alpujarreño, pato o pollo picantón. Y otra novedad: el Raw Bar. Exquisiteces por raciones, para compartir como el atún rojo salvaje o las ostras de calidad.

Además, El Claustro presenta desayunos de autor que comienzan con cafés e infusiones, tostadas, zumos y bollería, quesos y fruta. A continuación, un plato salado y otro dulce. Consulten ofertas para alojamiento, cena y desayuno. También las hay que incluyen la experiencia de los Baños Árabes en el Hammam Al Andalus.

El restaurante del hotel Eurostars Washington Irving, que mantiene su menú especial de cenas hasta el 29 de mayo, se llama Garnata, lo que dice mucho sobre su filosofía de cocina. El menú consiste en Ajoblanco con aliño de tomate y mango; bacalao con ajetes, espárrago triguero de la Vega y crujiente de maíz y ravioli de rabo de vaca con puré de coliflor, manzana y apio, además del postre. Es el alojamiento más antiguo que existe en la ciudad, dado que se asienta sobre la Fonda Ortiz, de la que encontramos menciones desde el año 1870. Partiendo de la tradición y del producto local, trabajan una cocina de autor con toques vanguardistas en la que prima sobre todo el sabor equilibrado y exquisito. Para el mes de junio están preparando unas veladas gastronómicas con música en vivo en el patio del hotel en torno a las Mil y una noches y en breve presentarán una carta muy prometedora.

El hotel Hospes Palacio de Los Patos, cuya gran terraza ofrece un remanso de paz en el centro de la ciudad, tiene una oferta que abarca desde los desayunos a una atractiva oferta canalla de media tarde que incluye falso niguiri de atún rojo, ortiguillas fritas con salmorejo o pulpo a la llama en salsa kimchi, entre otras exquisiteces. Su menú degustación se basa en el eclecticismo de un cocinero cuya propuesta se puede definir como sensata y honesta. Los arroces son la cara más visible de la carta. Tienen los tradicionales y otros de autor, como el de rabo de toro y alcachofa, costilla de cerdo ibérico con tirabeques o pulpo con pollo de corral.