«Pueblos, montañas y bosques son el alma de las ciudades»
Autora de 'Cordillera', es combativa en sus libros, en su discurso y en su proceder. Defiende la diversidad, también en cocina; y las raíces y la fuerza de la comunidad
Marta del Riego ha venido a Granada para participar en el festival Biotopías patrocinado por Fundación Unicaja y Alsa y conversar sobre su novela 'Cordillera', que transcurre en entornos rurales que ella defiende y reivindica. Alojada en el hotelSaray, quedamos en Qübba Gastrobar.
Publicidad
–¿Qué tal la Granada gastro?
–Las tapas granaínas son famosas. Y el ambiente también, solo hay que ver el que nos encontramos en Lemon Rock, un lugar muy divertido y desenfadado. Pero lo que me impresionó fue la tortilla de collejas de Qübba. Es un prodigio de la gastronomía local: utilizar una 'mala hierba' para hacer un plato delicioso. Yo en mi pueblo me fijo a menudo en las collejas (Silene Vulgaris), me llaman la atención sus flores blancas, que son como pequeños sonajeros. No tenía ni idea de que se podían comer. ¡Un gran descubrimiento! Lecciones que nos da la madre naturaleza.
–¿Qué piensa de la cocina rural?
–Es fundamental. Los productos de km0 y de temporada son los protagonistas de la gastronomía rural. Nuestras abuelas sabían bien qué comer en cada temporada, no se les ocurría pretender comer tomates en enero o naranjas en septiembre. La gastronomía rural es sabia. Y económica. Y pienso que hay recetas locales que se están perdiendo porque España, como el resto del mundo, tiende a la homogenización y la globalización. Por ejemplo, la comida favorita de mis alumnos universitarios es la hamburguesa. La comida española es muy variada y me apena que se pierda esa diversidad. En los restaurantes españoles solo hay diez platos, siempre los mismos. ¿Por qué no hay tortilla de collejas? ¿O sopa de truchas? O tantas otras recetas locales…
–¿Qué cuenta 'Cordillera'?
–Es un thriller rural, una historia que transcurre en la Cordillera Cantábrica, en la cara sur, la de León, en la reserva de la Biosfera de Babia y Luna. Cuenta la historia de una pastora trashumante, la última de su estirpe; un biólogo que llega a su aldea olvidada a estudiar al oso pardo y una osa que sale del encame de invierno con sus crías. Está contada desde los tres puntos de vista porque yo quería darle voz a todas las perspectivas: las de los ganaderos, que ven al oso y al lobo como depredadores de su rebaño, y la de los biólogos, que estudian y admiran justo a esos depredadores. Y la de una osa, porque los animales no tienen quién los represente y yo quería que el lector y la lectora se metieran en su cabeza y trataran de entenderla. 'Cordillera' es también una historia de amor y de odio, de belleza y destrucción, pero, sobre todo, un canto de amor a la naturaleza.
–¿Por qué quiso que su protagonista fuera una pastora?
–Quería que fuera una mujer rural, pero no una mujer rural como las que nos encontramos en nuestra literatura, mujeres sufridoras y sufrientes, madres de muchos hijos, esposas de… No, yo quería una heroína que tomara las riendas de su vida. Una mujer valiente que está acostumbrada al trabajo duro y a convivir con la naturaleza. Una mujer que pasa de nueve de la mañana a nueve de la noche con su rebaño sola en las brañas. ¿Cómo es su flujo de pensamiento? ¿Cómo lee la naturaleza, los cambios en el viento, los olores, el vuelo de un buitre? Y ¿cómo ve al extraño, al que llega de la ciudad y le habla de la belleza de los osos, de la belleza de la fauna salvaje?
Publicidad
–¿Se puede equilibrar la protección de la naturaleza y la actividad humana?
–Yo soy optimista. Pero tenemos que poner todos de nuestra parte, los que viven de la naturaleza, los ganaderos, y los que quieren preservarla, biólogos y ecologistas. Es un equilibrio frágil que debemos salvaguardar a toda costa porque los pueblos, las montañas y los bosques son el alma de las ciudades. Y sus pulmones también. Debemos respetarlos y debemos tratar de entenderlos, que es algo que hemos olvidado intentando imponer los presupuestos medioambientales desde fuera a comunidades ancestrales que se sienten minusvaloradas y excluidas de las decisiones políticas.
Accede a todos los contenidos el primer mes por 0,99 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión